Opinión: La pesada losa de Javier Delgado

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No soy afecto a Javier Delgado ni mucho menos e inclusive cuestioné a la dirigencia por recontratarlo tras la pérdida de aquella final servida del Verano 2013 ante el Team .

Su rendimiento inferior al 45% en el banquillo blanquiazul alimentó mis dudas entonces, así como ese “largo invicto” de 19 partidos sin ganar, si se suman su última gestión y la actual.

Pero, nobleza obliga, hay que ser justos este torneo y aceptar que El Sheriff la tuvo difícil con 11 bajas entre sancionados y lesionados, que lo forzaron a improvisar equipo en el arranque.

Ahora, con la plantilla completa, la barca se enderezó y comenzaron a llegar los puntos, por fin asoma la nariz un proyecto de equipo sólido y se suceden las producciones convincentes, como el 2-2 ante Alajuelense, que debió ser victoria por lo menos 4-2.

Ya fuese por convencimiento o por necesidad, hay que abonarle, también, que se animó a probar en fogueos y en los primeros cuatro juegos oficiales del torneo, a buena parte de los sub-20 campeones nacionales.

Y eso vale un elogio porque Jeaustin Campos, por ejemplo, le puso candado a la puerta de los juveniles en Primera, bajo el argumento de que “se jugaba el prestigio” y Javier, al menos, probó a todos y tiene a varios pidiendo puerta.

Sin importar lo que ocurrió el miércoles ante Pérez, la duda razonable es si este momento le alcanzará al equipo para consolidarse y, lo que la feligresía azul desea, es si podrá clasificarse.

Se ve difícil porque los candidatos naturales para alzarse con el cuarto puesto parecen estar en mejor forma y ahí lleva varias cabezas de ventaja Santos, con un técnico que supera la centena de juegos al frente del equipo y posee una estructura que juega de memoria.

O el mismo Limón, que si bien no gambeteó su destino y le tocó hacer equipo de nuevo, ya parece haber pagado ese derecho de piso y empieza a interpretar mejor el libreto de su técnico Horacio Esquivel; ese de marca y acompañamiento para llegar al gol.

El regreso de Javier Delgado al Cartaginés incluía una pesada losa: las dudas de su gestión previa, aderezadas con las bajas que le esperaban en la primera rueda del certamen.

En realidad las ha sorteado como ha podido, arriesgando y resguardándose atrás, primero, y ahora redondeando una mayor cuota de fútbol como ese 2-2 trepidante ante Alajuelense.

Habrá que esperar a ver si la cuerda le alcanza para meterse en la cuadrangular final.