¿Mienten los entrenadores por motivos tácticos? ¿Lanzan cortinas de humo deliberadamente?
Solo ellos sabrán. Pero lo cierto es que, a veces, algunos dudan de sus decires. Por ejemplo, la semana pasada, consultado por el fichaje bomba del Cartaginés, el uruguayo Nicolás Vigneri, el DT del Saprissa, Carlos Watson, respondió: “Perdone, pero es que no lo conozco”.
Supuestamente, don Carlos, uno de los técnicos más estudiosos y amante del fútbol internacional, no conocía al artillero foráneo con mejor currículo que milita en Costa Rica, que colecciona camisas de equipos grandes de Argentina (Racing Club), Uruguay (Nacional y Peñarol), Ecuador (Emelec) y México (Cruz Azul). Malpensadillos, a cualquiera se le puede escapar un detallito insignificante... como la mejor contratación del rival de turno. Yo le creí.
Jeaustin Campos, por su parte, anunció que le regalaría la iniciativa a Saprissa... cosa que, finalmente, no hizo, puesto que le ejerció presión alta a la S y tuvo más posesión durante largos lapsos del encuentro. Diay, seguramente cambió de opinión. ¿No tiene derecho o qué?
También llamó la atención la declaración del técnico manudo, José Giacone, cuando se le preguntó, la semana pasada, por la posible contratación de un volante mexicano (Juan de Dios Hernández), anunciada minutos antes por Víctor Badilla, gerente deportivo.
“Ayúdenme muchachos, ¿qué jugador mexicano? Sé que puede haber algún refuerzo, pero está bueno que me estén avisando para ir a hablar con Víctor (Badilla) y que me muestre el video”, contestó el argentino, con cara de asombro.
En el caso de Watson y de Campos, algún suspicaz podría pensar que sus respuestas tuvieron fines ocultos. ¿Sería que don Carlos quiso minimizar la flamante contratación de Vigneri, de currículo internacional superior al de los delanteros morados? ¿Sería que Jeaustin quiso anunciar un planteamiento falso para despistar a su contraparte? Nooooo, qué va. No sean desconfiadillos. Un incrédulo pensaría que Giacone le estaba tirando una “chinita” a la comunicación interna de su club. Pero es pura especulación. ¿Y si en verdad estaba informado, pero, justo a la hora de la conferencia, se le olvidó? El que esté libre de un ataque repentino de amnesia, que lance la primera piedra.