¿Se considera el estandarte o referente de este Herediano?
No, en el futbol se ocupa de todos los jugadores e integrantes. Siempre he dicho que soy uno más en el grupo, es el sentir mío y de todos, no creo que en esta carrera –por el campeonato– alguien vaya decir algo así (que es el referente), porque miente.
Pero nueve goles y 11 asistencias lo convierten en uno de los más importantes en el Verano.
Pero Mambo (Víctor Núñez) tiene 176 goles, Minor (Díaz) más de 100, Pablo Salazar jugó todo el torneo, Óscar (Rojas) ha ayudado mucho, (José Miguel) Cubero se rompe el alma en la cancha, Waylon (Francis) llegó de Limón con muchos problemas y jugó todo el torneo, Leo (Moreira y (Daniel) Cambronero han sido fundamentales y son porteros de selección, Esteban Granados aparece cuando hay que aparecer y pone muchas cosas que a veces nos faltan a nosotros..., entonces por ahí va esto, por ahí va el resultado de estar peleando una final.
¿Cómo se califica?
Como uno más, así lo he sentido durante toda mi carrera, eso es lo que soy. Lo que sí tengo claro es que lo que más feliz me hace en el mundo es jugar al futbol, tengo metas personales muy lindas y a nivel de grupo también, pero no pierdo lo que me inculcaron siempre, que ante todo está la humildad y saber que uno es parte de un esfuerzo en conjunto.
De los cuatro torneos que tiene acá, ¿este es el más difícil?
Sí, de todo lo que hemos pasado solo hemos querido poner lo positivo: unión de grupo. Acá es sacar fuerzas de todo. La unión es un arma a la hora de salir a jugar, ha sido difícil, pero también es parte del porqué hoy estamos acá (de cara al campeonato número 22).
¿Entre lo que se puede rescatar del primer juego es la paciencia para dar vuelta al marcador?
Comparto lo que dijo el profe (Odir Jacques, entrenador) el otro día: se realza el resultado que tuvimos porque al frente estuvo un equipo difícil, que si pelea la final es porque hizo los méritos. Sumado a todo eso está el sacrificio y esfuerzo para remontar un partido.
¿Se asustaron con 0-1 y 1-2?
Esa no es la palabra (asustar), lo que dijimos cuando cayó el 0-1 fue ‘Es ahora cuando debemos responder’, y se logró empatar. Cuando cayó el segundo, hablamos dos segundos en la cancha y dijimos que había que seguir para adelante, acá falta mucho y todo va a salir bien. Así ha sido desde que se inició el torneo, cuando nos hemos enfrentado a muchas cosas siempre hemos creído que todo va a salir bien.
¿Entonces la fe es la que mueve a este Herediano finalista?
Es fe en el grupo y en el compañero con quien venimos a entrenar; no quiero dramatizar y hablar más allá de lo que es, tampoco es que nos queremos y dormimos juntos todos los días, pero acá hay un poco más que amistad, eso es lo que nos da fuerza para terminar este torneo.