El nivel mostrado por Costa Rica en el pasado Mundial y el buen paso de los clubes en Concacaf, hizo que el Boca Juniors diera el sí para venir al país.
Según el contrato, al cual tuvo acceso este diario, el encuentro será el 4 de julio contra Alajuelense, Saprissa o Herediano en el Estadio Nacional, Ricardo Saprissa o Morera Soto.
Según Enrique García, director general de Spanish Soccer Institute, empresa que traerá al club argentino, los xeneizes eligieron el país “por el prestigio que tiene en América”.
“Ellos vienen porque Costa Rica tiene uno de los niveles más brillantes de Latinoamérica y porque por Concacaf está mejor en el ranquin –FIFA–; es un nivel que ya demostró en el pasado Mundial”, expresó García ayer, poco antes de partir hacia España, su país natal.
Las palabras de García las respaldó Luis Diego Jiménez, director para Centroamérica de la entidad, quien añadió que la importancia que los bosteros le dan al encuentro es tal, que con este finalizarán su pretemporada.
“Ellos van a hacer dos partidos –por ahora– en Estados Unidos y luego viajan acá. Quieren que este sea el juego más importante, en el que pondrán todos sus titulares”, agregó Jiménez.
Entre las figuras que vendrán está el italo-argentino Pablo Daniel Osvaldo, Agustín Orión, Daniel Cata Díaz, Fernando Gago y Nicolás Lodeiro. El técnico es Rodolfo Arruabarena.
Según García, Boca llegará al país el 2 de julio, se entrenará el 3, el 4 jugará el amistoso, y al día siguiente partirá a Argentina.
“Otro detalle interesante es que el entrenamiento del 3 de julio será abierto a los niños. Tenemos que ver cuál proceso utilizamos para elegir a los que podrán ver la práctica. Es importante destacar que Boca nunca hace sus entrenamientos con público, pero acá sí lo harán”, comentó Jiménez, quien jugó en las divisiones menores de Saprissa.
La relevancia que le dan los xeneizes al compromiso en tierras costarricenses también se delata en que la delegación que vendrá reúne a 45 personas, entre ellos toda la junta directiva del club.
“Quieren revertir el sabor amargo que quedó en Costa Rica con el juego de Argentina –disputado en marzo del 2012, cuando vino Lionel Messi–”, dijo García.