Ni rotaciones ni pruebitas masivas

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En Europa, a ningún gran club le pasa por la cabeza “rotar” a su equipo por campeonato nacional. ¿A quién se le ocurriría descansar nueve, diez o hasta a los 11 titulares, reservándolos solo para justas continentales.

Eso los expondría a quedarse sin el santo ni la limosna, porque nada les garantiza que, procediendo así, obtendrían la Champions o la Europa League, pero sí les haría vulnerables a nivel local (donde se pelean las plazas a competencias internacionales).

¿Se imaginan a Cristiano y a Messi sentados todos los fines de semana, embadurnados hasta el pelo de pomadas contra todo, hasta contra la caspa, y encapsulados en burbujas anti lesiones cuidándose sólo para los choques “cool”? Los grandes clubes se arman con buenos suplentes, sí. ¡Pero no para ponerlos a jugar juntos a los 11!, sino para prevenir ausencias por lesión o sanción en todas las zonas del campo.

Allá, los titulares juegan siempre, con uno que otro cambio táctico, o por sanción o lesión, pero siempre al 100% de la capacidad disponible (a veces sacrifican el torneito de copa).

Aquí, el DT florense, Mauricio Wright, aprendió la lección y, después de perder con suplentes ante Pérez Zeledón, el pasado sábado salió con todo su arsenal y ganó los tres puntos a Carmelita, sin importar que el miércoles disputa clasificación ante el América, por Concacaf Liga de Campeones. ¿Para qué sacrificar un torneo si se puede triunfar en los dos?

Tampoco compartimos la idea de hacer pruebas masivas sin necesidad, mucho menos en la Selección. Está bien probar cuando se está perdiendo, para corregir, pero, ¿qué sentido tiene experimentar cuando se está ganando?

Si se prueban muchos cambios en una sola zona, por ejemplo, de la contención hacia atrás, se está arriesgando de más, innecesariamente. Y se “quema” a los novatos. Lo mejor es ir calzando las piezas nuevas de una en una, dentro de un motor consolidado. Si hay bajas por lesión, se recurre a suplentes del proceso anterior (máxime si fue exitoso), porque ya jugaron y entrenaron juntos. Así las cosas, hoy la “Sele” debería centrarse en buscar dos cupos, solo dos: el reemplazo de Bolaños y el jugador que se gana en ofensiva tras el cambio de sistema (de cinco defensas a cuatro).