Miguel Marín busca llenar el anhelo de volver a compartir cancha con su hermano sobreviviente de cáncer: Erick Marín

El volante se había retirado del fútbol pero en el Club Deportivo Pavas le despertaron el gusanito y además se abrió el chance de que Erick los refuerce si llegan a Segunda, situación que lo terminó de convencer

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Miguel Marín ya se había cansado del fútbol, el gusanillo de jugar se le había apagado y desde hace un año no sentía ambición, sin embargo en las últimas semanas una llamada del entrenador Kenneth Barrantes cambió por completo su dinámica.

A Miguel le propusieron reforzar al Club Deportivo Pavas de la Liga Nacional de Fútbol Aficionado (LINAFA), además de que la opción de compartir camerino con su hermano, Erick, era muy probable. Recordemos que Erick Marín se enfrentó al cáncer y lo superó.

Ante esto, Miguel no dudó dos veces en decir que sí y hoy es uno de los referentes de los de Pavas, quienes ya consiguieron extender la definición del cetro de Linafa a una gran final contra el plantel de Quepos Cambute, la misma dictará cuál es el nuevo integrante de la Liga de Ascenso.

De hecho cuando consiguieron el pase a la gran final, el jugador lo primero que hizo fue correr a la gradería donde estaba su hermano para darle un abrazo que incluyó lágrimas y mucho sentimiento.

“Son muchas cosas, porque a él siempre lo vacilo, porque le digo que él no quiere ser campeón, él tiene que estar en los equipos que yo estoy para ser campeón, yo fui a Sarchí por lo mismo, pero ahí me desgarré y fue cuando decidí no seguir más. Lo del abrazo fue por todo lo que él ha pasado, es dedicarle a él ese campeonato, fue algo del momento, donde lo vi me llené de alegría, él estaba más contento que yo”, dijo.

Miguel Marín busca su primer ascenso a Segunda División, aunque ya estuvo en dos en los que pasó del ascenso a la máxima categoría.

“He tenido etapas en segunda para ascender a Primera, uno con Carmelita y otro con Sporting, en Linafa es la primera vez pero este es el más sentido porque es con mi pueblo, es una experiencia muy bonita, es un torneo complejo, complicado, duro, es un torneo de agallas, pero ha sido una experiencia muy linda”, contó.

A sus 37 años, Miguel recobró las ganas por jugar fútbol, impulsadas por volver a compartir cancha con su hermano, Erick, quien si el equipo asciende podría tener cabida para pelear en la segunda división.

“Claro, si el equipo sube hay un chance de que Erick venga, entonces eso es una motivación extra, ahora estaba viendo que abrimos en Pavas y cerramos en Quepos, allá es durísimo, entonces debemos pelear con todo por conseguir esa copa”, profundizó.

Fútbol calle. En su primera experiencia en Linafa, el menor de los Marín no escondió que ha tenido que aprender a resistir el juego físico de esta liga.

“Creo que sí juega la experiencia en el sentido que uno sabe que en Quepos se tiene que hacer un partido inteligente, tenemos jugadores que han estado mucho en Linafa que son buenos jugadores, en Linafa juega más la calle, suena feo de decirlo en Linafa el fútbol es más sucio. Cuenta mucho la persona mañosa”, reveló entre risas.

“Acá es complicado porque hay jugadas que en primera o segunda lo cuidaban a uno los árbitros, aquí si no hay sangre no pitan y yo no sé que es la cosa con Pavas pero nos pitan peor, entonces vieras que ese es todo un tema que nos preocupa pero confiamos que mejore en la final que tenemos al frente”, concluyó.

La final de Linafa tendrá su primer duelo el 3 de julio en Pavas y se cerrará el 10 de julio en Quepos.