Mauricio Wright: la persona noble y fiel detrás del hombre de hierro

Su asistente de toda la vida y a quien considera un hermano, dos jugadores campeones con él en Brujas y dos futbolistas del actual plantel de los morados describen a Wright, quien en ocho partidos hizo campeón a la ‘S’

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Quienes lo observan desde afuera solo ven esa faceta de persona seria, de pocas palabras en las conferencias de prensa, que no recurre a muchos adornos y tampoco no deja ver sus sentimientos. Mientras que cuando entra al terreno de juego se transforma, más de uno se puede amedrentar con su cara de pocos amigos, sus múltiples gestos y reclamos.

Mauricio Wright vive intensamente lo que le apasiona y hasta puede meterse con el adversario y picarlo durante los partidos, para desconcentrarlo. Que lo diga el manudo Daniel Arreola, con quien tuvo un pequeño roce en las semifinales, al punto que el mexicano terminó por llevarse un “nadie te conoce” del técnico.

Sin embargo, en su entorno más íntimo Wright se quita este traje de hierro y muestra quien es realmente. Le gustan las bromas, es de poner apodos, su familia es la prioridad y va a muerte con sus amigos de toda la vida.

Así describen al estratega quienes más lo conocen, esas personas que compartieron con él buenos y malos momentos y que hoy en día se alegran por verlo levantar el título con los morados.

Mauricio apenas necesitó ocho partidos para ser campeón y transformó el momento más crítico del club en uno muy dulce.

Su asistente de toda la vida, Hugo Viegas, no puede ocultar el orgullo que siente por una persona a quien llama hermano y que conoció desde ya hace algunos años, específicamente en 1994, cuando compartieron en el plantel del Monstruo. Desde ahí forjaron una relación tan fuerte que trascendió al tiempo.

“Él es una persona muy sentimental, muy amiguera y siempre está pendiente de su familia y de sus amigos. Parece una persona muy dura y de un carácter muy fuerte, que lo tiene cuando está trabajando, pero le gusta mucho vacilar y es muy llevadero. Él siempre está al tanto de su mamá, sus hermanos, sus amigos y sus hijos. Tiene muy buenos sentimientos. cuando está en la cancha se transforma y es muy serio y profesional. Sin embargo, fuera de ahí hace muchas bromas, uno se ríe mucho con él y le gusta poner muchos apodos. Es muy abierto, pero el que no lo conoce siente que es una persona difícil”, narró su auxiliar en innumerables ocasiones.

Eso sí, Wright lleva fuego por dentro y a la hora de enfocarse en el fútbol, hasta con sus grandes amigos puede discutir y subir las revoluciones al máximo.

Su deseo de ganar y de sacar lo mejor de cada persona que lo rodea hace que no escatime en las exigencias. Aunque sus allegados recalcan que nunca llega a faltar el respeto. Un claro ejemplo es una anécdota que lo marca con Viegas.

“Cuando estábamos en Brujas nos expulsaban bastante. Hubo un partido que lo expulsaron a él y al preparador físico, así que me rogó que no me sacara la roja a mí porque quedábamos muertos. Le dije que se fuera tranquilo, que no iba a pasar nada, pero a los cinco minutos me expulsaron. Estábamos en el estadio Ecológico, perdíamos 2 a 0 y ganamos 3 a 2, pero al salir yo me lo topé y empezó a los gritos, así que nos empezamos a pelear y a discutir, nos decíamos que por qué no nos cuidamos para no ver la roja y ahí iba y venía todo. Sin embargo, siempre bien y como parte del juego”, contó.

Directo y de encarar hasta en el gane

Dos futbolistas que compartieron el éxito con Mauricio Wright en Brujas (campeones en el Invierno 2009) cuentan que el timonel es tan fanático de los detalles y su exigencia al jugador llega a tal límite que aunque se gane o se haga casi todo bien, no perdona los fallos o mucho menos relajarse.

Yosimar Arias afirma que ve a Wright como un gran técnico y amigo, pero aún así en dos ocasiones se enfrentó con él. Sin embargo, agradece que el timonel de puertas del camerino para afuera aceptaba toda la responsabilidad y adentro no se andaba con rodeos y hablaba muy claro con cada uno.

“Tiene el carácter muy fuerte, incluso conmigo tuvo un par de discusiones, pero muy sanas y hoy en día tenemos muy buena relación. Él me dio la oportunidad y siempre le voy a estar agradecido. Esas dos veces que chocamos fue con respeto, pero él va directo, en la intimidad del camerino enfrenta las cosas con el jugador y es bueno. Recuerdo que en unas semifinales metí dos goles y di una asistencia, pero cometí un error y me empezó a regañar, entonces ahí discutimos, pero fueron conversaciones muy sanas. Él lo reta a uno para sacar lo mejor que tiene”, comentó Arias.

Con Mauricio las excusas deben quedar de lado, se trata de cumplir o no. Su forma de ser tan competitivo lo lleva a no dejar pasar por alto nada y a lo interno es tan explosivo como se le ve en cancha.

“Debuté con él, hice pretemporada en China y recuerdo que me fracturé y me hacía muchas bromas. Además, él me respaldó mucho, porque pese a que era joven y sumaba minutos siempre me dijo que no me ponía por cumplir la norma. Aprendí mucho en esa etapa con él y recuerdo muchas anécdotas con él, es más recuerdo que una vez entró tan enojado que pateó una hielera y algo le pasó en un dedo, entonces la siguiente vez que ocurrió algo similar, entró y mejor no le pegó a la hielera, sino que aventó otra cosa, pero siempre en buen plan y queriendo sacar más de uno”, destacó Jamesson Scott.

Más allá de todo esto, Wright se describe así mismo como una persona “sencilla, tranquila y que no se mete en conflictos”. Incluso, reveló que una de sus filosofías que aplica en el día a día es “vivir y dejar vivir”.

Reconocen honestidad

Mauricio Wright podría estar tranquilo en su proyecto en el ST Center con Aserrí y en la formación de talentos. Es más, Limón FC lo llamó en algún momento para volver a Primera División, pero no aceptó, reveló Hugo Viegas. Eso sí, no pudo con la llamada de Saprissa para apagar el incendio más grande en la institución. El 18 de abril lo contactaron y lo demás es una historia que terminó con título, pese a su larga ausencia en la máxima categoría.

Los futbolistas del actual plantel morado reconocen la honestidad y la forma en la que el estratega llegó a trabajar, tocó al grupo y los hizo reaccionar.

Mauricio los retó, según cuentan, buscó sacar lo mejor de ellos cuando más cuestionados estaban y el resultado fue un resurgir épico para la S.

“Mauricio es un motivador, que vino a inyectar carácter, responsabilidad, y es estricto. Es más, él mismo dice que viene a decirle al jugador las cosas como son. A él también lo caracteriza ese ADN que tiene, porque quiere hacer de ganar un hábito”, dijo Daniel Colindres.

Sentir similar a Ariel Rodríguez, quien lo describió como: “un entrenador de mucha personalidad, lo que nos ha ayudado bastante. Él habla las cosas claras y como son, va de frente y ante esto, nosotros como jugadores debemos de acatar las órdenes y tratar de pelear en la cancha”.

Wright cumplió la misión que le encomendaron, bordó la 36 de Saprissa y posicionó de nuevo su nombre al más alto nivel.