Marcel Hernández es un obsesionado con el fútbol, así lo ha expresado en varias ocasiones desde que llegó al país para jugar con el Cartaginés.
La necesidad de analizar cada detalle de lo que sucede en la cancha también le permite ser autocrítico y evaluarse a sí mismo, con lo bueno y lo malo.
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En algún momento contó que graba los partidos y después los estudia, con la intención de conocer mejor a sus rivales y saber en qué falló. Eso lo sigue haciendo.
A partir de esa práctica supo de forma más clara su "deuda" como futbolista: ser mejor en la toma de decisiones, sobre todo la decisión en la jugada final, cuando debe saber si pasar la pelota, rematar, quitarse al defensa, u otra posibilidad.
"Es algo en que me esforcé mucho esta pretemporada, en la toma de decisiones en el último cuarto de cancha, además de la parte física", comentó el isleño.
Considera que ha mejorado, pero deberá ponerlo en práctica en el presente certamen, pues hasta el domingo anterior jugó tras cumplir la sanción de tres compromisos que arrastraba del Clausura 2019.
El futbolista es, sin duda, una pieza esencial en el equipo brumoso. Esa propia acotación que él se hace.
"Me reviso mucho a mí mismo en la toma de decisiones, para mí eso es muy importante en el fútbol. Reviso cuando me equivoco, cuando tengo que hacerla de primera o de dos, entonces es por ahí uno lo entrena y trata de llevar a partidos", expresó.
Pero el cubano también entiende muy bien en qué circunstancias puede sacarles ventaja a los defensores, pese a que él también es estudiado y ahora mucho más conocido que en sus dos torneos anteriores, cuando cosechó 21 goles.
El delantero cuenta que le da mucho valor a la parte táctica y saber jugar sin la pelota, es decir, hacer movimientos inteligentes.
"También saber dónde puedo hacer daño, estar en el momento justo, creo que el fútbol se torna mucho de tiempo y espacio, ataco bien el espacio en el tiempo indicado. Eso lo reviso mucho, llego a la casa y lo termino revisando en el video, una y otra vez. También los compañeros me conocen, saben cuándo puedo hacer daño, cuando voy y cuando no".
La química con sus compañeros ha sido evidente. El joven Cristopher Núñez asegura que esos movimientos a los que se refiere Hernández permite que otros futbolistas queden solos.
"La verdad es que ayuda mucho al equipo, jala muchas marcas y otros jugadores lo aprovechamos. Los rivales lo saben, siempre lleva dos o tres marcas, ahí es donde genera espacio, cuando sale a pivotear nos ayuda a los volantes porque lo conocemos y nos juntamos bien", dijo el volante.
Así como es valorado por el camerino, también por la afición, pero además espera mucho de él. Un balón en los pies de Marcel cerca del área levanta a todos los brumosos de los asientos.
“Eso siempre es bueno, lo hace a uno ser mejor cada día (...) es bueno porque el aficionado le exige más, tiene el aliciente de hacerlo bien en todo momento”, finalizó Hernández.