Los pecados de Vladimir Quesada en las series ante Alajuelense

Artículo de opinión. El técnico morado desperdició la ventaja de ser campeón sin necesidad de una Gran Final y ahora está contra la pared

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A Vladimir Quesada, técnico de Saprissa, le tocó bailar con la más fea, como dice el refrán, y le llegó en el momento menos indicado.

Vladimir tenía 10 partidos invicto con su equipo, hasta que de frente le salió la Liga en las series finales del campeonato. En esos 10 compromisos acumuló ocho victorias, dos empates, anotó 24 goles y solo recibió cuatro.

Pero cuando los juegos fueron por la definición del título ante Alajuelense, el panorama cambió para Vladimir Quesada, quien no ha logrado superar a los manudos.

La Liga se llevó la serie final de la segunda fase, el primer partido lo ganó 3-0 en casa y, de paso, la paliza fue la primera derrota para Vladimir. Luego, en el choque de vuelta, si bien es cierto Saprissa ganó 1-0, no pudo remontar para no tener que jugarse todo en una Gran Final.

Cuando Vladimir asumió como técnico del equipo, le dijo a Juan Carlos Rojas que deseaba ver a Saprissa más ofensivo, que para él lucía muy amarrado. Pero así se ha visto ante los rojinegros, atado y con escasa ofensiva. En tres compromisos con los manudos solo ha anotado un gol y la Liga le hizo cuatro.

Pero veamos los números para determinar si el cuadro saprissista perdió peso en la ofensiva ante la Liga. En el primer juego entre ambos, la Liga hizo 13 remates, de ellos 6 directos. Tuvo 8 tiros de esquina contra ninguno de los morados. Saprissa tuvo 7 disparos, de ellos 3 directos.

En el segundo encuentro en Tibás, Saprissa remató 13 veces, solo dos directos e hizo 4 tiros de esquina. La Liga hizo 5 remates, cuatro fueron directos y un tiro de esquina.

En el choque del jueves, el primero de la Gran Final, Alajuelense hizo 10 remates, 6 fueron directos y Saprissa tuvo 5, solo dos directos. La Liga tuvo dos tiros de esquina y Saprissa 5.

El balance muestra que su rival ha sido más ofensivo.

Volvemos al primero de esos tres partidos, el 3 a 0 en el Morera Soto: parecía que Vladimir no notaba que la fortaleza de la Liga está en los costados. Con su planteamiento de esperar y conceder la iniciativa, le dio alas a los manudos. Además, con la expulsión de David Guzmán no supo reaccionar. Hizo tres cambios de inmediato, dio la sensación de que el equipo se le desarmó y cayeron los goles rojinegros.

En estos choques contra Alajuelense, dio la impresión de que Vladimir quiso sorprender, sacar un conejo del sombrero, diría el mejor de los ilusionistas, pero esa idea de que en un partido unos son titulares y al siguiente están en el banquillo o en las gradas, porque todos los 26 pueden jugar, no le ha funcionado.

En el encuentro que Saprissa ganó en casa 1-0, no utilizó a Ulises Segura, quien venía teniendo regularidad, y lo dejó en la banca. En cambio, envió a Christian Bolaños y Álvaro Zamora estaba en la grada.

Este jueves, no utilizó a Bolaños, Ulises fue titular y Zamora pasó de las gradas a la titularidad. Tampoco tomó en cuenta a Warren Madrigal, goleador del equipo, a quien no convocó y fue titular en los dos partidos anteriores.

“Es una cuestión técnica-táctica. No tengo por qué discutir acá la decisión. Yo siempre he dicho que tenemos 26 jugadores profesionales. Tenemos credibilidad en todos nuestros muchachos y creímos que Álvaro Zamora era el jugador adecuado para este partido”, se justificó Vladimir cuando le consultaron sobre la ausencia del joven Madrigal.

En estos juegos, Vladimir Quesada ha experimentado con sus rotaciones en la banca. En un partido, Javon East está en la grada, al siguiente en la banca y luego echa mano de él. Lo mismo ha pasado con Álvaro Zamora, Ulises Segura; entonces los hombres de recambio están sin ritmo de final.

En tres partidos ante Alajuelense, Saprissa se ha visto lejos del gol, superado por una Liga que juega mejor, tiene mayor control de la pelota y una formación que es la misma, contrario al manoseo de Vladimir con su plantel. Además, en el duelo del jueves, da la sensación que Vladimir Quesada confunde poseción de la pelota con ser el mejor del partido. En la conferencia de prensa dijo que tuvieron la poseción del balón, pero en remates, la Liga hizo el doble que su equipo. Alajuelense disparó en 10 ocasiones, seis de ellos directos y Saprissa remató cinco veces y solo dos fueron directos.