Limón. En el momento justo, cuando más lo necesitaba, y cuando mejor sabe, el equipo de Limón FC se deshizo ayer del dominio al que lo sometió Turrialba en los últimos nueve años.
El contundente 4-1 no solo representó el boleto a la final de la Segunda División –será ante Barrio México–, sino que fue un desahogo para los caribeños.
“Hay que disfrutar un ratito porque viene lo más importante, hoy (ayer) demostramos que en casa somos fuertes, estoy tranquilo porque se ha ganado mucho, pero falta más”, expresó el técnico Rónald Macho Mora.
“Nueve años de no ganarle a Turrialba y nueve años de no llegar a un final y ser campeones, pienso que cuando hay señales así es para nosotros, gracias a Dios rompimos eso y somos campeones”, comentó el delantero Kendall Wilson al final del juego.
“La fe en nosotros mismos, la alegría que le queríamos dar a nuestra afición y familias es lo que hizo que pudiéramos vencer hoy a Turrialba”, apuntó Elmer Umaña, quien marcó un tanto.
Para meterse en la final de Segunda, los caribeños se valieron de un factor muy importante, que fue la experiencia de su grupo.
Kurt Bernard, Kendall Wilson, David Diach, Joseph Centeno, Kevin Steward y Ricardo Allen están entre los veteranos sobre los que pesa la responsabilidad de llegar a buen puerto.
“Más que la experiencia, la clave fue la actitud del grupo, la disposición que puso el plantel desde que entramos a la cancha, Turrialba fue un digno rival, pero con esos factores fuimos muy superiores a ellos”, manifestó Kurt Bernard, capitán y referente de Limón.
Al hablar acerca del rival que tendrán en la final, Bernard comentó que le atrae la idea de que sea experimentado, como Limón.
“Es un rival digno de una final, Barrio México hizo las cosas bien en el Apertura y ahora nosotros, así que va a ser una final bonita”.
Para Kendall Wilson, quien lloró en recuerdo de su hermano, Whayne, fallecido en un accidente automovilístico, los mexicanistas son de sumo respeto.
“Barrio México es un equipo fuerte, tiene jugadores de experiencia y dispone de un buen entrenador, pero nosotros sabemos lo que tenemos”, indicó Wilson, quien al igual que lo hacía su hermano, se desempeña como atacante.
Apenas en su primer año en la segunda categoría, Elmer Umaña ya tiene a la vista la clase mayor.
“Faltan 180 minutos para estar en la Primera División, todos los partidos son difíciles, pero nosotros tenemos la fe de que este es el año de Limón, la experiencia no se compra, y este equipo tiene de todo”, dijo mientras celebraba.
Con cautela y un poco ajeno de la algarabía que se vivía en el centro de la gramilla, el Macho Mora señaló que celebraría “un rato”.
“Vamos a festejar esto porque Limón está contento, pero más tarde voy a llegar a mi casa a ver a Barrio México en los vídeos”, dijo.