Redacción
El gol 22 del artillero Erick Scott tiene el sello del espigado Yuaycell Wright. El triunfo caribeño se gestó por la astucia del goleador para filtrarse entre los centrales santistas, pero sobre todo por la capacidad del gigante limonense para saltar por encima de todos los hombres de campo e inventarse una asistencia decisiva.
Es ahí cuando la altura toma un valor esencial y decisivo en la consigna de romper hasta el cerrojo más difícil. Ya Wright había utilizado la misma fórmula en el primer periodo, cuando dejó a Scott solo frente a la portería con un pivoteo preciso y con sentido, pero que el romperredes había desaprovechado frente al arco rival.
De un juego en el que la balanza se volcó hacia el lado limonense, con más elaboración y combinaciones que los santistas, el resultado final lo determinó el tanto de Scott al 79', que dejó nocaut a Santos, endeble ante las ausencias por sanción de Edder Monguío, Wílmer Azofeifa y Edder Solórzano.
Los guapileños quedaron eliminados matemáticamente de cualquier opción de llegar a la final. Después de un inicio promisorio de cuadrangular, en el que igualaron a cero en el Rosabal Cordero y golearon a Limón en su casa, terminaron perdonando a Saprissa. Luego vendría otro tropezón ante los florenses que empezó a apagar el sueño.
El clásico del Caribe acabó siendo una simple antesala del duelo Herediano-Saprissa, pues además de que ambos equipos llegaban al partido con pocas opciones de clasificar, el espectáculo fue de poca calidad.
En la inicial, después de 35 minutos de total equilibrio, sin grandes emociones ni claras jugadas de gol, Limón encontró la profundidad que le faltó en el inicio y bombardeó el arco santista con tres acciones que pudieron terminar en la red.
En los pies de Scott nació la más clara de ellas, cuando Wright lo asistió y el atacante mandó el balón a las nubes.
Solo unos minutos más tarde, el propio Wright se encargó de pegar un remate en el palo. El balón rebotó en el transversal y estuvo a punto de colarse en la red.
Luego, fue de nuevo la figura de Wright quien sacó dos marcas dentro del área, y cuando estaba a solo unos metros del arco, apareció la defensa santista para, a trompicones, bloquear el remate que tenía sello de gol.
A los santistas le faltaron argumentos en el último cuarto de cancha para golpear a la zaga adversaria. Limón, en cambio, propuso con la pelota, mantiendo la constante de la mayoría de partidos como local, en los que impone el duelo a ras de piso y las triangulaciones, con Scott, Wright y Steven Williams en el ataque.
Ciertamente, la ausencia del volante Azofeifa pesó demasiado en el engranaje del timonel Johnny Chaves, que no encontró un hombre que le diera salida y tránsito limpio con la pelota.
En la etapa complementaria, Limón mantuvo la intensidad, hasta que Santos se quedó con un hombre menos por la expulsión de Osvaldo Rodríguez al minuto 60. Con la ausencia del volante, el equipo guapileño incrementó la intensidad de la presión y, aun con inferioridad numérica, vivió sus mejores momentos del partido.
Una salida rápida de Rigoberto Jiménez, que robó la pelota y se sacó dos marcas encima antes de rematar desviado, fue la jugada más clara de los santistas en el compromiso.
Luego vendría la fórmula mágica, cuando una vez más, Wright ganó en las alturas un cobro de tiro esquina y le dejó servido el balón a Scott, que sin marca, cabeceó la pelota y la mandó a la red al 79'.
El gol le devuelve la alegría al Caribe, que ya suma dos victorias en condición de local.
Goles: Scott al 79' (asistencia de Wright)
Expulsado: Osvaldo Rodríguez por doble acumulación de tarjetas amarillas al 60'.
Estadio: Juan Gobán de Limón.
Árbitro: Andrey Vega 7.