Cartaginés tiene una compañera incómoda que se unió al equipo hace poco y que lejos de sumar, en los últimos siete juegos solo resta y dificulta aún más el presente brumoso. Se trata de la frustración.
Tanto jugadores como cuerpo técnico no pueden dejar de lado este sentimiento de impotencia, en un equipo que solo sumó cuatro de los últimos 21 puntos, se estancó en el sétimo lugar y está a cuatro unidades del cuarto clasificado (San Carlos con 18).
Ser el segundo equipo más goleado del certamen, con 18 tantos en contra en 11 choques, y fallar jugadas clarísimas de gol, también pasan una factura muy cara en un plantel que por momentos se ve inseguro, comete errores inaceptables para un equipo profesional y se pierde tácticamente.
El propio Jeaustin Campos, técnico de los centenarios, reconoce que lo que viven era inesperado y ya se llegó a un punto en el que fue necesario golpear la mesa y tomar medidas para sacar toda la frustración que los acompaña y finalmente cortar la crisis.
"Hay gente con experiencia que debe sacar la cara. Nos tenemos que romper el alma y salir con el cuchillo entre los dientes. Si jugamos bien, perfecto, y si lo hacemos mal, no me importa. Llegó el punto en el que reventamos o reventamos. Necesito que ellos (jugadores) le respondan al club", manifestó el timonel.
Los futbolistas señalan que viven un momento duro y les cuesta encontrar explicaciones para entender por qué tienen lapsos buenos, pero terminan sin sacar réditos.
Las desconcentraciones y los bajonazos en los segundos tiempos, en los que recibieron 10 de los 18 tantos que registran en contra, son algunos de los factores a los que apuntan como causas de este presente tan complejo.
"La frustración no es por jugar un tiempo bien y otro no tan bien, sino porque se da esa falta de concentración. El equipo anda con muchos altibajos, pero estamos jugando bien, haciendo las cosas bien y trabajamos bien porque tenemos muy clara la idea de lo que él quiere. Debemos mejorar los detalles que nos están pesando", indicó Michael Barrantes.
Jeaustin descarta el tema mental como una de las razones para la caída estrepitosa que experimentan, tras cuatro empates y tres derrotas. El estratega afirma que no hay espacio para más excusas y por ello aplicará medidas fuertes para enderezar el rumbo.
"Olvidémonos de lo mental, hay que tener la convicción de representar al club como se lo merece y rompernos el alma. Es una cuestión de determinación porque a lo mental no le doy un peso. Vamos a ir por todo en los que falta. Se socarán tornillos, vamos a convencerlos de la idea y el que no para afuera", agregó.
La frustración alineó con los de la Vieja Metrópoli en los últimos juegos y aunque tienen toda una vuelta para reaccionar y expulsarla del equipo, poco a poco gana terreno fecha a fecha.