Tras las primeras dos fechas del Torneo de Invierno, quedó una sensación entre los jugadores: la nueva pelota que se utiliza, modelo Turdus de Voit, pica más, es más pequeña y rápida. Y luego de comparar las especificaciones técnicas, se corroboró que tienen razón.
El balón que distribuye la empresa estadounidense radicada en México rebota 4,5 cm más que la Mitre, que se utilizó en el Verano, y como referencia internacional, también lo hace 5 cm más que la Brazuca que fabricó Adidas para el Mundial 2014; además, es 0,09 cm más chica que las otras dos, según el análisis que realizó La Nación con los datos de las tres esféricas.
Los futbolistas no dudan en señalar que hay una diferencia marcada, la cual los delanteros ven como positiva a la hora de rematar, mientras que, para los arqueros, se convierte en una adversidad más que deben enfrentar, ya que la redonda les llega con más velocidad y se mueve bastante en comparación con la que tenían antes.
“La diferencia es que es más liviana y más rápida, y aunque parece poco, se tiene que descifrar cómo pica, sobre todo en canchas sintéticas.
“Hay que tener buena técnica porque si no, se puede ir larga, pero favorece al rematar”, aseguró el delantero florense Jonathan Hansen.
Los guardametas ven esta esférica Voit con otros ojos y manifiestan que las características benefician a los atacantes; que está hecha pensando en que se den más goles.
“Los delanteros están felices con este balón, pero nosotros los porteros no, porque el remate nos llega muy rápido al ser más pequeña y veloz, y por eso hay que medirla diferente”, indicó el saprissistaDanny Carvajal.
La Turdus hizo que los guardavallas cambiaran su preparación y busquen nuevas técnicas para intentar detenerla.
“Estamos esperando el balón hasta el final porque se mueve mucho y dependiendo del remate, lo atacamos con todo el cuerpo, para que, si se desvía por ser tan rápida, nos pegue en algún lado del cuerpo y no entre”, indicó el brumoso Alejandro Gómez.