Jugadores de Primera sobreviven en canchas abiertas

Cada vez más jugadores pasan de la división de honor a Linafa. El reto de ajustarse a otra realidad los pone a prueba. Ninguno se atreve a decir que es fácil

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Redacción

Lo que en Primera es básico, en Linafa es un lujo. En el Deportivo Upala, Albán Gómez, un exfutbolista de la máxima categoría, entrena dos veces a la semana, si es que todos los jugadores llegan a la práctica. Incluso cuando el equipo está compuesto por 20 futbolistas, hay ocasiones en que solo diez se asoman al entrenamiento nocturno.

No es fácil. Cada miembro del club trabaja lejos del fútbol durante el día, y un par de noches, cuando culmina la jornada laboral, le dedica unas horas a prepararse para el partido del domingo.

La mayoría de planteles entrena solo una vez a la semana, pero el Deportivo Upala tiene la aspiración de subir a la Segunda; de ahí nació la necesidad de trabajar más que el resto.

Este conjunto también hizo el esfuerzo de reforzarse con dos figuras de reciente presencia en la división de honor: además de Albán Gómez, exjugador de Cartaginés, Pérez Zeledón, AS Puma y la UCR, se integró el argentino Luciano Bostal, quien militó con Pérez, Puntarenas y los brumosos.

Ellos aparecen en una lista cada vez más larga de futbolistas de Primera que, por distintas circustancias, acabaron jugando en canchas abiertas.

El exliguista David Diach (con 43 años), los exbrumosos Kevin Sanabria y Tomás Quesada, el exjugador florense Mauricio Alpízar y el exbelemita José Carlos Chan son parte de una decena de exfutbolistas de Primera que hoy militan en Linafa.

Realidad. La práctica está por empezar y cada quien carga sus propios implementos. En un mismo entrenamiento puede haber pantalonetas blancas, negras, azules y rojas.

En algunos clubes, el dueño del equipo lleva los chalecos. A veces no los hay.

Durante la campaña anterior, el exjugador de Alajuelense Steven Calderón era el presidente, entrenador y jugador del equipo de La Francia de Siquirres.

Un pago tardío en las dietas exigidas por la liga le impidió arrancar esta campaña.

Sucede a menudo en Linafa que un fiebre del pueblo es quien carga con toda la responsabilidad.

En el caso de Albán, llegó a las canchas abiertas debido a que el dueño del equipo es su amigo y le pidió que le ayudara a ascender el plantel.

Tenía ofertas en la Liga de Ascenso, pero le iba mejor económicamente si dedicaba la mayoría de su tiempo a su negocio, una tienda de ropa en Cañas.

Gómez confirma que las diferencias son abismales entre la Primera y el balompié aficionado.

Aunque el fútbol de canchas abiertas es sinónimo de futbolistas rudos, moretones y patadas, Gómez cree que la principal diferencia se percibe en la parte física.

Si un equipo entrena todos los días, suele marcar mucha diferencia.

Eso no quiere decir que sea sencillo, por el contrario, cada partido es una lucha a muerte.

"Yo pensaba que era más de roce físico, pero en realidad ha evolucionado y se ha vuelto más táctico", contó Gómez, quien suma ocho anotaciones en esta campaña.

Al jugador de Sarchí, Mauricio Alpízar, lo invitaron a reforzar el equipo de su cantón.

Después de retirarse joven, a los 32 años, y de trabajar en Estados Unidos durante la mayoría de los veranos, el futbolista aceptó el reto de volver a las canchas.

Reconoce que está lejos de su mejor forma, pero eso no le preocupa; ahora mira el fútbol como un pasatiempo. Su prioridad es ayudar a la comunidad y aconsejar a los jóvenes.

No menosprecia la liga. Por el contrario, mira de cerca a decenas de prospectos con talento para ascender a la división de honor algún día.

Limón es un buen ejemplo de ello. El entrenador Horacio Esquivel reforzó su plantel con Yuaicell Wright y Steven Williams, dos figuras provenientes del fútbol aficionado.

El dirigente caribeño Noel Ferguson afirma que el equipo de Linafa le ha dado muy buenos resultados a la primera escuadra, ya que la mayoría de prospectos se fogueó allí, antes de afianzarse en Primera.

Al final, la esencia es la misma. Rueda el balón, se enfrentan 11 contra 11, todos quieren ganar.

No siempre la pasión proviene de las gradas, sino de una decena de seguidores que se plantan frente a la línea de cal, al borde de la cancha, a gritar y aplaudir.

Las plazas en desnivel, la ausencia de concentraciones y los pocos entrenamientos son justamente los aspectos que marcan la diferencia.

Albán, quien ha vivido de cerca las dos realidades, lo define con claridad: "Las carencias son grandes, pero eso no quita que haya que esforzarse para ganar los partidos".

Luciano Bostal: El extranjero de las canchas abiertas

El delantero argentino Luciano Bostal, de 36 años, regresó a Costa Rica en busca de equipo en la Primera División, pero ante la ausencia de alternativas, decidió aceptar la oferta del Deportivo Upala de Linafa.

Después de militar en Pérez Zeledón, Puntarenas y Cartaginés, considera que no hay tanta diferencia entre el desempeño de muchos de los jugadores de esta liga y los de la división de honor.

Después de jugar tantos años en Primera División, ¿cómo asumió la opción de jugar en Linafa?

La opción de llegar a Upala se da porque después de salir de Cartago, hace casi dos años, me fui a jugar a Italia a la Serie D. Estuve casi un año allá, luego volví a Costa Rica e intenté comunicarme con equipos de Primera como San Carlos o Liberia. A uno de los entrenadores le dije que yo tenía 36 años y no le gustó el tema de la edad. Entonces me quedé sin club, estuve como dos meses sin jugar, y luego me comentaron del proyecto de Upala. Para no quedarme parado decidí aceptarlo, porque con la edad que tengo es peor quedarme mucho tiempo sin jugar. Y además el proyecto ya contaba con jugadores de experiencia que me convencieron de venir.

¿Cuáles son sus condiciones actuales en Linafa?

Estoy con un empleo aparte del fútbol. Le ayudo al presidente del equipo que tiene negocios y tiendas. Mi idea es en lo posible radicarme en el país.

¿Es muy notable la diferencia al caer de Primera a canchas abiertas?

Obviamente los cambios se notan. Acá en Linafa los jugadores no están exclusivamente en el entrenamiento porque todos tenemos un trabajo. Hay algunos que no siempre pueden venir. Uno sabe de las limitaciones, pero creo Upala lo está tomando lo más profesional posible.

Por lo que ha visto, ¿le parece que hay talento en Linafa como para jugar en Primera?

Yo creo que sí hay jugadores para militar en Primera División. Creo que el asunto está en lo económico, por ahí muchos futbolistas se pierden debido a eso. Hoy en día hasta los clubes de Primera pagan relativamente poco. Hay jóvenes que tienen mucho talento y que los clubes grandes podrían interesarse un poco más, es una liga que ha ido creciendo, hay talento juvenil.

Uno pensaría que los futbolistas que vienen de Primera marcan diferencia. ¿A usted cómo le ha ido?

Bueno, yo llevo cuatro goles. No sé si tanta diferencia, pero por ahí uno juega con la experiencia. Además, hay más jugadores que han actuado en Primera y Segunda y por ahí que se hace fuerte la liga. Yo creo que no hay tanta diferencia entre el jugador de Primera y el de Linafa.

Usted menciona que no hay tanta diferencia, pero entonces, ¿dónde cree que se marca esa ventaja?

La diferencia, creo que está en que el jugador de Primera está dedicado toda la semana y todos los días a la práctica, en cambio, un jugador de Linafa está dedicado al trabajo. Entonces, el futbolista no puede dar el máximo potencial para poder demostrar en la cancha.