José Giacone sobre separaciones en Alajuelense: 'Puedo decir que para verdades el tiempo'

El extécnico rojinegro considera que las salidas solo confirman lo que él manifestó cuando dejó del club: "En Alajuelense había jugadores que hablaban más de lo que jugaban"

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Redacción

El extécnico de Alajuelense, José Giacone, asegura que el tiempo confirmó su postura acerca del difícil entorno que envuelve el vestuario manudo en la actualidad.

Así lo aseguró luego de que la Liga anunciara este miércoles por la tarde la salida de Harold Cummings, Diego Madrigal y Juan de Dios Hernández, a solo un día del clásico nacional.

En la Liga evitaron referirse a los motivos de estas separaciones, pero La Nación conoció desde antes de confirmarse los movimientos que estaban entrenando por aparte debido a dos factores: falta de actitud y bajo rendimiento.

La rescisión del contrato de tres futbolistas en medio de la cuadrangular parece reflejar que era cierto lo que usted decía, en el sentido de que el camerino no está bien. ¿Cómo lo analiza?

"Yo la verdad no soy un tipo de ventilar las cosas que suceden en el camerino, pero está a la vista por lo que está sucediendo. Puedo decir que para verdades el tiempo. No voy a hablar individualmente, pero sí se están dando cosas que me parece se debían corregir.

¿Qué interpretación hace de lo que sucedió ahora (separaciones) y de lo que le pasó a usted en el vestuario?

Yo no me voy a liberar de mi responsabilidad, voy a asumir la responsabilidad que me toca, pero sí había circustancias que están a la vista ahora. Sin poner excusas, hay cosas que se van aclarando. Tal vez lo que yo me reclamo es no tomar decisiones antes. Como yo venía llegando al club, quería tener un lapso de tiempo para tomar esa determinación (separar algunos futbolistas), o dar chance porque había gente que yo no conocía en cuanto actitud hacia el equipo. Quiero que quede claro que no estoy hablando individualmente. Con Cummings sí tuve problemas, pero se aclaró en el camerino, pero con Madrigal no tuve ese problema.

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¿A qué se refiere con problema de actitud y por qué es tan importante para usted como entrenador?

Porque todas las situaciones se contagian. Si uno tiene un camerino con jugadores comprometidos, con hambre, que quieren sacar la tarea adelante se ve y uno lo siente. Uno siente esa dedicación, el tema de querer progresar en el día a día. Sin embargo, también está lo otro. En el momento había jugadores que hablaban más de lo que jugaban, que sí habían hecho cosas importantes para el club en el pasado, pero que en el presente no estaban con el compromiso que había que tener. Que ellos piensan que todo está bien, pero que al final no es así.

Las cosas no van a venir solas por el hecho de ponerse una camiseta de un equipo grande. Tanto es contagioso el compromiso, independientemente de si le gusta la idea del técnico o no, a como también es contagioso cuando no pasa eso, que hay cuatro o cinco jugadores que no tienen ese compromiso. Hay que recordar que no son los primeros tres futbolistas que quitan, porque también está (Johnny) Acosta. Hay que darle mérito al gerente deportivo (Víctor Badilla) que es el que toma decisiones fuertes y que va encaminando al equipo.

¿Cuál era el inconveniente de Cummings dentro del camerino?

Es que la personalidad de él es compleja. Cummings es muy alegre, es un jugador que siempre es divertido para el grupo, pero la verdad no es un jugador que demuestre ese compromiso en las situaciones adversas. Es un futbolista que realmente comete indisciplinas en horarios y todo eso demuestra que no está metido con el equipo.

¿Cuánto puede afectar esta situación a las puertas del clásico?

Ya uno no está dentro del camerino, pero cuando se dan estas inestabilidades es complicado para el grupo. Sin embargo, a veces cualquier momento es malo para tomar decisiones, en medio de una cuadrangular llama la atención, pero también pasa lo contrario, que los jugadores salgan a ganar el partido porque saben que se juegan su lugar en un equipo grande.