Johnny Chaves encaró la noche en la que pudo caer con su mejor ropa y un poema como fortaleza

Técnico de Pérez Zeledón reveló algunas de sus rutinas más íntimas para hacer frente a un momento donde estaba en juego su puesto. Chaves recalcó que lejos se sentir agobio o presión, quiso disfrutar

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Johnny Chaves tenía más claro que nadie que la noche del jueves podía ser su última en el banquillo de Pérez Zeledón y que la sombra del desempleo lo amenazaba. La directiva había dado el ultimátum, tras dos derrotas en el inicio del torneo y seis juegos más sin ganar en el certamen anterior. Sin embargo, esto no atormentó al estratega.

A sus 60 años y con un largo recorrido en el fútbol, Chaves no se asusta fácilmente y por el contrario, en su forma de ver la vida, lo principal es disfrutar de lo hace, intentar mejorar y afrontar lo que se le viene.

Es más, para el duelo ante Cartaginés eligió su mejor ropa, se preparó para disfrutar de un trabajo que le apasiona y buscó un poema como motivación, para llenarse de fortaleza.

“No me molestan las opiniones y las calificaciones de la prensa. Vine al partido contra Cartaginés con la mentalidad de disfrutar y por lo mismo escogí mi mejor ropa, porque estaba consciente de mi destino. Me acordé del poema de William Henley, de invictus, que dice que a pesar de la noche oscura y que la cabeza esté ensangrentada, debe estar erguida y al final yo soy el amo de mi destino y mi alma. Así crucé la cancha y es que uno entiende que estos campeonatos se vuelven violentos, no hay mucho espacio, pero creo que lo manejamos bien y entramos positivos”, dijo el timonel de Pérez.

La respuesta de Chaves no deja de sorprender, tanto por su serenidad, como por su capacidad para manejar las crisis. Además, refleja la personalidad de un técnico estudioso y que se refugia en su intelecto.

Lejos de encarar a la prensa, buscar otros culpables o enojarse, Johnny atendió a los medios en la previa del choque que definiría su destino, mostró su lado alegre y hasta se arriesgó colocando jóvenes como titulares. Al final, el destino lo premió y le dio un gane 2 a 1, con remontada incluida en los últimos minutos, como para darle más tintes de drama a su noche.

“La presión lo hace a uno campeón o lo hunde. No siento presión por algo que disfruto mucho y por lo que he trabajado. Tomé decisiones importantes en el armado del equipo y yo seguiré siendo yo... Es clara la situación que vive un entrenador, pero no me asusté. Ante Cartaginés puse dos jóvenes en la alineación y en el tercer cambio metí a otro juvenil y creía en ellos firmemente. Me propuse entrar con la vista al frente y salir con la vista al frente en este juego. El equipo estaba convencido, quería ganar y les dije: hagamos lo posible, hagamos lo necesario y también hagamos lo imposible”, añadió.

Chaves llegó a Pérez con la misión de reestructurar por completo a un equipo donde sus principales figuras ya habían agotado su etapa y donde era necesario rebuscar en las bases a futbolistas emergentes. No obstante, no le ha sido nada fácil y los cambios siguen.

Cerró el certamen anterior con seis compromisos sin victoria, cuatro derrotas y dos empates, mientras que en el Clausura 2021 tuvo dos visitas complicadas ante Alajuelense y Santos y en ambas cayó. Más allá de esto, se repuso frente a Cartaginés y ahora apunta a resurgir, tal y como lo hizo con los guapileños en su momento, a quienes clasificó cuatro veces al hilo y los llevó a una final de Liga Concacaf (perdió en penales).

“Los resultados han sido difíciles, pero algunas veces falta profundizar en el contexto, porque en Alajuela tuvimos un segundo tiempo muy bueno y la figura fue Leo Moreira, mientras que contra Santos nos generamos mucho, pero la posesión en el complemento fue el del 60%. Teníamos cosas buenas, pero necesitábamos 90 minutos como estos contra Cartaginés”, finalizó.