Jean Carlo Innecken quería seguir en Alajuelense, tener la oportunidad de sumar minutos en el primer equipo de los erizos y consolidarse.
Esa era la aspiración del atacante que los rojinegros enviaron a préstamo la temporada pasada a Santa Ana, con la intención de que ese cachorro adquiriera experiencia en la Liga de Ascenso, donde marcó 12 goles.
Hubo un momento en el que la renovación con los manudos se iba a dar, pero surgió un inconveniente y luego las negociaciones entraron en un punto muerto.
Justo ahí fue cuando apareció Herediano, con Jafet Soto ofreciéndole un buen contrato y tras pensarlo mucho, el futbolista de 22 años aceptó.
Innecken firmó por tres años con los rojiamarillos y desde hace poco más de una semana se encuentra en Guatemala, porque los florenses lo prestaron al Club Deportivo Iztapa.
Pero, ¿qué fue lo que pasó?
"Cuando estaba la idea de renovar con la Liga, yo había llegado a un acuerdo con Pablo Nassar y no pude firmar porque la renovación se hizo mal, entonces duramos unos días con eso. Después, él renunció y como pasó eso yo volví a ir a la Liga, hablé con Víctor Reyes y me dijo que ya estaba todo listo, a como estaba acordado con Nassar", expresó Innecken en charla con La Nación.
Pero al momento de acudir de nuevo al Estadio Alejandro Morera Soto para estampar la firma, el jugador cuenta que se llevó una sorpresa.
"Cuando llegué me tenían otro contrato, entonces no renové porque no estaba de acuerdo y comenzamos a hablar para ver si podíamos arreglar, pero al final no se logró. Luego apareció Herediano, me propuso las cosas, el contrato, el salario y entonces yo acepté".
Recordó que unas semanas después de que Javier Delgado asumió la gerencia deportiva de la Liga, lo llamó, pero ya no había vuelta de hoja.
"Le expliqué lo que había pasado, que yo tomé la decisión de no renovar porque me lo hicieron mal, me cambiaron lo que ya habíamos acordado y yo no iba a estar de acuerdo, entonces firmé con Heredia".
Su historia: Chunche y Oviedo lo llevaron a la Liga
Jean Carlo Innecken jugaba en el Complejo Wílmer López y un día acudió a un amistoso contra el alto rendimiento de Alajuelense, que en ese momento estaba bajo la dirección técnica de Mauricio Montero.
Tras ese partido, tanto Chunche como Cristian Oviedo hablaron con el entrenador de ese equipo para que el jugador fuera a hacer una prueba con ellos y desde ese momento se vistió de rojinegro.
Eso ocurrió en 2014 y el 24 de abril de 2016 Javier Delgado lo hizo debutar en la Primera División con la Liga, en un partido contra Cartaginés que los manudos ganaron 3-1 y él actuó 14 minutos, al sustituir a Andrés Lezcano en el 76'.
Durante la temporada 2016-2017 sumó 199 minutos en cancha y el 14 de diciembre de 2016 consiguió un gol, en un partido que Santos venció 3-2 a los manudos.
Convertirse en legionario lo tomó por sorpresa
Al darle el sí a Jafet Soto, Innecken sabía que en este momento no iba a tener espacio en la planilla de Herediano, pero no sospechaba que se convertiría en legionario.
Sin embargo, esa es una práctica que se ha hecho común en el cuadro florense, que tiene jugadores prestados en equipos de Guatemala y Nicaragua.
Por ejemplo, con el Diriangén están Andrés Mendoza, Josué Meneses y Yeison Esquivel; mientras que Diego Sánchez se encuentra con el Siquinalá chapín.
"Yo sabía que con Heredia no iba a jugar, el plan era irme a préstamo en Costa Rica y como que Jafet quería mandarme para acá. En eso apareció un representante guatemalteco que me ayudó y habló con Jafet para que yo esté acá a préstamo", relató Innecken.
Así es como Herediano lo prestó por un año al Iztapa.
Sin embargo, en su contrato existe una cláusula que dice que si en diciembre algún club tico lo quiere, los guatemaltecos deben dejarlo ir, porque ahí se rompe su vínculo con ellos.
"Este equipo estaba interesado en un delantero, hablaron de mí, mandaron unos videos y se dio la opción de venir acá", destacó el exmanudo.
Cuando le plantearon esa posibilidad, sintió una gran ilusión, pero a la vez cierto miedo, porque nunca había salido de su casa en El Coyol de Alajuela para vivir solo en otro lugar.
"Primero hablé con mis padres (Erick Innecken e Ingrid Rodríguez), ellos son los que me ayudaron a tomar la decisión y me dijeron que estaban contentos porque era una bonita oportunidad, que me hará madurar como futbolista".
El respaldo de sus papás y de su hermana Ericka lo animaron a emprender la aventura de irse a Guatemala.
"Los días en los que he estado acá me he sentido tranquilo. Esto lo tomo con mucha ilusión, es una bonita oportunidad que voy a tener aquí en Guatemala, ser un extranjero más y espero conseguir grandes cosas", citó.
En la liga chapina militan muchos ticos, pero en el Iztapa él es el único futbolista costarricense.
"Me han recibido bien y ya me llevo muy bien con tres jugadores. Vivo en un hotel, en una habitación con otro compañero que es de Guatemala y aquí afuera hay un comedor donde nos preparan la comida".
En el club hay unos tres delanteros más, "pero yo vine con la condición de jugar y al extranjero en todos los países siempre le exigen más, siempre se le exige que haga la diferencia", indicó.
Innecken está haciendo pretemporada con su nuevo club en territorio chapín y ahí efectúa trabajos de montaña y playa a doble sesión. Con Herediano no se entrenó ni un día.
El campeonato en Guatemala empezará el 29 de julio y el Iztapa debutará de visita, contra Chiantla.