Heredia. Un partido no se parece a otro, es cosa sabida en el futbol. Aunque este deporte debería ser como los caballeros de antes (no tener memoria), la verdad es que no siempre sucede así, por lo que un equipo entra con resultado reciente a flor de piel.
El Herediano de anoche, sobre todo en el inicio del juego, fue muy distinto al que la semana pasada le sacaron los colores.
Los florenses entraron con el batacazo de la semana anterior, ante el aguerrido Uruguay de Coronado, muy presente y con unas obvias ganas de redención desde que el árbitro Pedro Navarro dio el “vamos” del encuentro.
De tal modo, por media hora de partido los campeones nacionales impusieron su ley sobre el terreno, jugaron casi a placer y marcaron gol de bella factura por medio de José Sánchez (16').
El Team pasó al frente con justicia, ante un equipo naranja que ofreció poco ofensivamente y se conformó con ver si sacaba algo del orden defensivo que intentó.
Los puntarenses, coleros del certamen, “volcaron el rey” desde su planteamiento, una verdadera admisión de inferioridad: sus hombres más adelantados estaban en la raya del mediocampo; detrás de ellos, dos líneas de cuatro, más el portero Joao Mora.
Ante esas circunstancias, el Team se vio mejor y el saldo de un gol, por más que haya sido un golazo, fue corto.
Herediano tuvo salida limpia desde atrás y en el último cuarto de cancha trató de pasarla a un toque para evadir la sobrepoblación de piernas en esos cortos metros.
Sin embargo, los florenses dejaron de carburar y sintieron, después de la media hora de juego, que lo que seguía era mero trámite. En esas estaban y se llevaron un gol.
Johan Venegas dejó pasmados a jugadores y seguidores heredianos cuando igualó los números para los porteños. Esa contrariedad para los florenses pudo haber sido peor al cierre de la primera mitad, pero Álvaro Peña dejó ir la oportunidad de forma terrible.
En todo caso, el empate sacó al Herediano de su zona de confort y lo que tenía que hacer en la inicial, lo hizo en la complementaria.
Diego País, con apenas unos minutos en el campo, le dio la ventaja a su equipo; una delantera que no volvió a soltar más.
Para el argentino fue un dulce reencuentro con el gol.
Mientras los campeones nacionales redondeaban la paliza (Pablo Salazar y Esteban Ramírez marcaron), los puntarenenses se hundían con expulsiones, todas merecidas, y dejaron la imagen de un equipo que no se sabe si saldrá a flote.
Así, los heredianos completaron con goleada la semana en la que les prometieron que Mario Sotela y su mamá serán un recuerdo. Sí tenían motivos para irse contentos.