Sin desesperarse y con la sabiduría para reconocer que no es necesario subir la temperatura hasta el punto más alto para cocinar los tres puntos, así preparó Herediano su triunfo, 1 a 0, ante Limón FC.
La experiencia de un plantel curtido le permitió al actual campeón nacional reconocer que la paciencia sería su mejor aliada para derribar el bloque caribeño y superar la maraña táctica que planteó el estratega Horacio Esquivel.
Los caribeños no son aquel equipo inocente, que salía a proponer y a jugar de tú a tú contra los tradicionales fuera de casa, sin importar las consecuencias. Ahora Esquivel apuesta por armar dos líneas de cuatro en su propia cancha y presionar con dos más en el terreno contrario.
El timonel limonense no se sonroja por tener que replegarse, cerrar espacios atrás como primer objetivo y luego recurrir a transiciones rápidas hacia el frente cuando sus pupilos logran recuperar la pelota.
El Team reconoció a la perfección lo que debía hacer y por lo mismo, desde el inicio, aplicó una presión alta para incomodar la salida, se apoderó de la esférica y trató de abrir la cancha con José Sánchez y el mismo Elías Aguilar.
Además, Hernán Medford utilizó a José Guillermo Ortiz como estelar, sabedor de que la movilidad y buenas diagonales del atacante son un buen antídoto ante esquemas cerrados.
Ortiz cumplió con lo solicitado, abrió espacios, incomodó a los centrales y les robó las espaldas constantemente.
Sin embargo, los embates del Team carecieron de la puntada final en el último cuarto de cancha y por más que acorraló a la Tromba y mostró dinámica para encontrar los pocos espacios que quedaban, los atacantes no pudieron celebrar en los primeros 45 minutos.
Tuvo que llegar el central Johnny Acosta, en el 41’, para superar la muralla visitante, eso sí, ganó de cabeza en clara posición adelantada, tras el cobro de tiro libre de Aguilar. Sin embargo, el cuarteto arbitral, encabezado por Pedro Navarro, validó la anotación del defensor.
Irse al descanso con la ventaja fue un verdadero alivio para el conjunto florense.
No obstante, Limón dejó claro que también se sabe el libreto de atacar y para el complemento adelantó líneas, se olvidó de defender tanto y fue un dolor de cabeza para los locales, aunque les faltó pegada para concretar sus aproximaciones.
Si bien es cierto los dueños de casa encontraron más espacios, cedieron la posesión de la pelota por lapsos y recurrieron en ocasiones a la contra.
El duelo entró en un mano a mano, en el que ninguno se dio tregua, hasta que Luis Pérez cometió una falta dentro del área sobre Allan Cruz. Rándall Azofeifa tomó la pelota y, sin titubear, cobró y puso el segundo en el 82’, desde el punto de penal.
Los caribeños pudieron descontar en el 90+2’ por intermedio de la pena máxima. Sin embargo, Leonel Moreira aguantó hasta el final y contuvo el disparo de Marvin Esquivel.