Géiner Segura intenta no repetir con Cartaginés la historia que le robó la felicidad hace seis años

Técnico brumoso recordó uno de los capítulos más complejos en su carrera. En la actualidad vive bajo una presión máxima, pese a que apenas el pasado 6 de julio se coronó campeón

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En junio del 2016 Géiner Segura vivió uno de los momentos más dulces de su joven carrera como entrenador. Ascender a un equipo y más a uno de tradición, como San Carlos, es una tarea casi titánica que pocos logran y Segura lo hizo. Sin embargo, su felicidad en ese momento apenas le duró dos meses y tras solo nueve jornadas en la máxima categoría lo destituyeron por malos resultados (un gane, dos empates y seis derrotas).

El fútbol da revanchas, solemos escuchar una y otra vez, y no hay dudas que Géiner tuvo la suya. Como asistente en Alajuelense fue campeón de Costa Rica y también de la Liga Concacaf, aunque por mucho su logro más trascendental fue el histórico campeonato que le dio a Cartaginés. El timonel será recordado para siempre y en letras doradas como la persona que condujo a los brumosos a acabar con 81 años de frustración y amarguras. Eso sí, ahora no quiere que se repita jamás lo que le ocurrió hace seis años.

El propio técnico es quien no olvida aquel momento tan complejo con los norteños y fue él mismo quien lo puso sobre la mesa en la actualidad, justo cuando vive un inicio lleno altibajos y mucha presión con los blanquiazules. Para él, lo del 2016 fue un aprendizaje que lo hizo crecer.

“En segunda división me pasó esto mismo cuando ascendí a San Carlos, porque en dos semanas después del título estaba compitiendo y a las nueve fechas estaba fuera del equipo, porque me agarró así. Ya he vivido esto, tengo la experiencia y aprendí. Todos en el equipo sabemos luchar contra la adversidad y ahora que regresamos a nuestra casa y con nuestra afición todo puede ser muy diferente”, comentó el estratega luego del empate 1 a 1 ante Puntarenas.

Casualmente hay muchos obstáculos que se repiten hoy de lo que vivió con los Toros. En el 2016 apenas tuvo 20 días entre la final del Ascenso y el inicio del Invierno 2016, mientras que entre el título con los de la Vieja Metrópoli y el inicio de la competencia únicamente transcurrieron 10 días.

El nulo espacio de descanso, el reducido tiempo de entrenamientos, las ausencias por sanciones y el desgaste de jugar cada tres días son elementos que la dirigencia que encabeza Leonardo Vargas comprenden y por ahora hay paciencia y respaldo a lo que hace Géiner, en compañía de su asistente Mauricio Wright.

Claro, Cartaginés se juega la vida en Liga Concacaf este jueves, cuando reciba al Real España en la vuelta de los octavos de final de una serie que ganan los hondureños 2 a 0. Mientras que en el certamen local el tema es similar, con los brumosos en el quinto puesto del Grupo B, apenas con seis puntos de 21 posibles y lejos del líder Puntarenas FC (17 unidades) y del segundo, Saprissa (11). Es más, el domingo a las 11 a. m. reciben al Monstruo en duelo crucial.

“Estoy muy tranquilo, porque en este cuerpo técnico estamos dedicados a trabajar. Hay muchas cosas del entorno que debemos de solucionar nosotros, pero el equipo está haciendo un gran esfuerzo y aunque no ha sido fácil, con esta actitud que se ve estamos más cerca... Nosotros vamos a buscar por todos los medios consolidar al equipo en zona de clasificación, no es fácil y pareciera imposible, pero en este equipo ya logramos un imposible. Basados en las experiencias que tenemos, debemos confiar en que es posible y más aún que queda torneo”, recalcó el entrenador.

Solo el tiempo y los resultados dirán si a Segura le dan el espacio y el crédito que ante toda lógica se ganó por el cetro que apenas el 6 de julio levantó. En la Vieja Metrópoli han demostrado ser pacientes, aunque la presión del campeón no es la misma del semestre anterior.