Fútbol de Europa les está quedando grande a talentos ticos

De siete prospectos que saltaron al Viejo Continente, cuatro se devolvieron y tres cambiaron de club ante escasez de minutos. ¿Por qué ya no se consolidan? ‘La Nación’ revela las razones que se esconden detrás de poco protagonismo tico en Europa

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El zaguero Pablo Arboine abandonó el Viejo Continente para jugar a préstamo con San Carlos en esta campaña. Fue un regreso prematuro al país, pues hace apenas un año partió rumbo a Noruega firmado por el Sarpsborg 08, que poco tiempo después lo prestó al H.b. Koge danés.

El central tiene 20 años, acumula dos mundiales menores y ya se estrenó en la Sele Mayor; antes de brincar al exterior hizo su debut en el Santos, con el que se consolidó como titular.

Acumula muchos atestados, insuficientes para afianzarse en una liga de nivel intermedio en el balompié de Europa.

"Inicialmente uno se va con el objetivo de quedarse todos los años que se pueda en Europa. Las cosas no se dieron porque el equipo estaba peleando descenso, entonces el entrenador fue honesto y me dijo que solo iba a contar con gente de experiencia", explicó el defensor.

Arboine es solo un caso dentro de una coyuntura cada vez más evidente: A la nueva generación de talentos ticos les está quedando grande el balompié de Europa.

Esta afirmación se refleja a través de tres posibles escenarios: 1. Los jóvenes se devuelven al país después de estancias muy cortas. 2. Son firmados por un club, pero al llegar juegan poco o nada. 3. Son enviados a préstamo a otro plantel de menor estatus ante la falta de minutos.

Arboine se devolvió a Costa Rica al igual que Bryan Rojas, firmado por Herediano tras su breve estancia en el Tromso Noruego; Rándall Leal firmó con Saprissa tras su salida del Mechelen de Bélgica y recientemente saltó a la MLS; Fernán Faerrón pasó del Lask Link de Austria al Santos de Guápiles, y posteriormente a Alajuelense.

Wílmer Azofeifa firmó con el Sarpsborg 08 noruego, pero lo enviaron a préstamo al Aalesund y luego regresó al club dueño de su ficha unos meses después; también cedieron a Jimmy Marín, quien pasó del Hapoel Be’er Sheva de Israel al Football Club Ashdod en calidad de préstamo.

Nada distinto a lo de Andy Reyes, firmado por el Lask Linz, pero enviado a préstamo a equipos de menor categoría, el último el Lustenau de la segunda división.

En el caso del mundialista mayor, Ian Smith, al menos empezó su andadura europea con protagonismo, cuando lo firmó el Norrköping sueco en el 2018. Luego perdió su lugar en el once y ahora lucha para recuperarlo, tras un año difícil.

Con excepción de Azofeifa que ya tiene 25 años, el resto de futbolistas no superan los 22, lo que abre la interrogante: ¿Por qué le está quedando grande el fútbol europeo a los jugadores jóvenes del país?

Cuando el técnico Johnny Chaves cursó la licencia A en Holanda, identificó un sinnúmero de requerimientos que exigen los entrenadores al contratar a un futbolista.

La inteligencia táctica, la toma de decisiones con y sin balón y la velocidad al momento de tomar estas decisiones, así como el desarrollo físico del jugador en el corto plazo.

Aspectos que, la mayoría de veces, se desarrollan en edades tempranas. Las herramientas con que cuenta el joven europeo para trabajar estos aspectos son cada vez más amplias y distantes de nuestra realidad en la mayoría de equipos, aún de Primera División.

Por ejemplo, explica Chaves que en las divisiones inferiores de la mayoría de clubes europeos hay un especialista en uno contra uno, otro para el desarrollo motor y para trabajar la defensa.

También se utiliza un programa digital de seguimiento, lo que permite proyectar al futbolista y definir sus avances individuales de acuerdo a su categoría.

"Necesitamos mejorar nuestra preparación para que los jóvenes puedan adaptarse a lo que exige Europa hoy en día, a la forma en que desarrollan a los jóvenes", resaltó el entrenador.

El ritmo. Rónald Gómez militó durante cuatro años en el Ofi Creta de Grecia, un club en el que se adaptó y rindió con creces después de pasar por el Sporting Gijón y el Hércules de España.

La Bala brincó al Viejo Continente luego de resaltar en Costa Rica y finalizar como goleador de Alajuelense, con 28 goles. Hoy, lamenta que la reputación futbolística del país se vea afectada por el bajo rendimiento de la mayoría de jóvenes que firman en ligas nórdicas.

El exjugador y técnico encuentra algunas explicaciones para el fenómeno actual.

"Están saliendo del país sin estar preparados para irse. Para que un futbolista salga de Costa Rica debe haber jugado, al menos, cuatro temporadas completas, y destacar. Cuando Celso Borges se fue de Costa Rica tenía muchos partidos, igual que Bryan Ruiz", recalcó.

Gómez cree que lo más difícil es adaptarse al ritmo de juego de Europa, pues el fútbol es más rápido y los jugadores más potentes, un cambio sustancial con respecto a la liga tica.

Aunque a veces se cree que saltar a una liga nórdica no significa mayor progreso futbolístico, lo cierto es que el ranquin de ligas de la Federación de Historia y Estadísticas del Fútbol muestra una diferencia sustancial entre estos países y Costa Rica.

Por ejemplo, Noruega ocupa el lugar 44, Dinamarca el 27 y Suecia el 33, mientras que para encontrar la liga tica hay que bajar hasta el lugar 65.

Este escalafón se elabora a partir de estudios estadísticos de cada liga, con base en una documentación cronológica y científica recopilada cada año.