Festín que estimula a solo horas del clásico

A tres días de ir a Tibás, erizos anotaron cinco por primera vez en la era de Ramírez

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Alajuela. A tres días del juego más llamativo de cada torneo, el que puede quitar o poner entrenadores y el que detiene al país por dos horas, la Liga se dio una fuerte bocanada de motivación al golear 5-0 a un inoperante As Puma.

Con lluvia o sin ella, los erizos saciaron su hambre con el primer 5-0 que consiguen desde que Óscar Ramírez es el entrenador.

Es mucha la memoria que se debe hacer para encontrar un partido tan fácil como el que ayer disputó Alajuelense en su estadio.

Y no es un ejercicio de restarle mérito al funcionamiento manudo, que ayer fue muy bueno, es que As Puma hizo muy poco para salir siquiera satisfecho, pese a caer.

No se había jugado el primer minuto cuando Johan Venegas ya le había hecho el primero aviso al portero Néstor Mena, tras recibir un centro de Álvaro Sánchez. El remate rozó el horizontal.

La disposición manuda al arranque fue sentenciar rápido el compromiso, ya que el miércoles el desgaste podría cobrar factura.

Así, sin mucho tiempo que perder, cayó el primero apenas a los siete minutos, cuando Allen Guevara recibió de Sánchez y puso el balón cerca del palo izquierdo de Mena.

Esa primera daga solo sirvió para acrecentar la distancia entre un equipo que sabe a lo que juega y otro que acaba de cambiar de técnico e incorporó cinco futbolistas con tal de enderezar un camino que hasta ahora conduce a la Segunda.

Como el depredador que huele el temor de su presa y se aprovecha de ello, la Liga encimó al As Puma en mediacancha y se paseó de un lado a otro con el balón, algunas veces conducido por Gabas, otras por Sánchez, y las menos por Guevara.

Arrinconado, el conjunto visitante se metió en el área y sacó cuanta pelota pudo, u observó cómo los manudos las botaban.

En el aguacero de aproximaciones Sánchez se fabricó un golazo en el que dejó en el suelo a dos defensas y bañó al portero. 2-0.

As Puma se ahogaba en la lluvia, la Liga mantenía su asedio.

Desesperado por una nueva derrota –sétima en 11 partidos–, Mario Carrera metió a Sirias para tapar uno de los tantos huecos de su esquema, y a Cristian Bermúdez para ayudarle a Rodolfo Rodríguez en la fragilísima contención.

Más tarde sacó a Chinchilla, su único punta, para darle espacio a Jaime Valderramos, pero nada haría cambiar el juego.

Ramírez, contrario a su estilo de siempre, no puso candado, sino que metió a Jerry Palacios y Jonathan McDonald, y entre ambos fabricaron tres tantos, los primeros del catracho y el quinto del “19”.

Si no hubo más fue por que Gabas no quiso, y porque era suficiente la inyección de ánimo en la causa manuda para el miércoles cuando se mida al Saprissa, que, a diferencia de As Puma, sabe a qué juega.