El último once de Wálter Centeno desilusionó al delantero que hoy emociona en Saprissa

Orlando Sinclair pensó que su primer partido de titular en este torneo iba a ser ante Alajuelense, el 7 de febrero, pero el entonces técnico morado tenía otro plan 

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Hoy vive su mejor momento con el primer equipo de Saprissa. Probablemente, en el fondo Orlando Sinclair sabía que esa sensación estaba cerca y por eso deseaba su oportunidad en el once estelar.

Pero le tocó ser paciente, esperar e incluso llevarse una ligera desilusión, hace apenas dos semanas.

El pasado 7 de febrero, cuando la S enfrentaba su segundo clásico consecutivo ante Alajuelense, el oriundo de Barrio México se imaginó en la lista de once jugadores.

Ariel Rodríguez, delantero titular, se lesionó y el sustituto “natural” era Orlando.

No solo él lo pensó así, también algunas personas externas al equipo, parte de la afición e incluso su mamá, Karen Hernández.

Aunque normalmente ha sido tranquilo mientras espera su turno para jugar, su progenitora lo ha visto “desilusionado” cuando no llega lo anhelado.

Y así sucedió ese domingo. Sinclair vio la lista, la cual terminó siendo la última de Wálter Centeno como técnico, y fue evidente el sentimiento de impotencia.

“Él me contó que vio la lista pegada y quién sabe qué cara hizo porque hasta Víctor Cordero lo volvió a ver y le dijo que no se preocupara, que tuviera paciencia nada más. Él pensaba que iba a ser titular y me dijo: ‘mami, no confió (Centeno) en mí’”, cuenta Hernández.

Aunque el atacante de 22 años entró de cambio, eso sucedió hasta el minuto 83 y poco o nada pudo demostrar en ese difícil clásico para los tibaseños, que terminaron perdiendo 3-1.

El cambio de técnico le sentó bien al delantero, pues halló la titularidad.

Roy Myers lo designó como el encargado de reemplazar a Rodríguez, quien sigue lesionado, y la respuesta de su pupilo fue inmediata.

“Siento que sí le sirvió (el cambio de técnico) porque Roy Myers lo ha visto en las ligas menores, lo conoce de años y ha visto todo el proceso de Orlando y confía mucho en él”.

Esta vez parece ser diferente a hace casi tres años, cuando Sinclair debutó en Saprissa, anotó y después “desapareció” del primer equipo. La institución incluso lo envió a préstamo a Estados Unidos.

“Pensó que como ya le había dado oportunidad iba a seguir jugando, que iba a tener minutos, pero no fue así. Cuando él me dijo que se iba a Estados Unidos yo le dije que era su sueño, que lo intentara y volara”, recuerda doña Karen.

Ella es una de sus principales consejeros. Ahora, cada vez que la visita, comentan el partido y Hernández siempre aprovecha para recodarle algunos aspectos a mejorar.

Orlando le pone atención al técnico y casi de la misma forma también a su mamá, porque ella aprendió mucho cuando lo llevaba a los entrenamientos en las divisiones menores.

“Él espera que yo le diga de todo, lo felicito, pero también paso diciéndole cosas antes del partido, que no le dé tanto la espalda al marco, que levante la cabeza antes de recibir la bola, que no piense cuando ya tiene la bola en los pies, que vea el entorno y decida qué va a hacer con bola antes de recibirla. Esas cosas se las decía Enrique Rivers, que fue técnico de él varios años y todavía siempre le escribe cosas”.

Por eso Hernández repite esas palabras; uno de sus principales avisos es al momento de correr.

“Debe correr más o ser más agresivo o bracear, me acuerdo que también le ayudaron a aprender a correr porque corría con los brazos tiesos. Un día lo vi corriendo con los brazos abajo y le dije: ‘acuérdese que tiene que bracear’”, mencionó entre risas.

Meses intensos. Para Sinclair han sido meses de muchas emociones entre el fútbol y su vida personal, pues desde el 2020 se convirtió en papá.

El joven futbolista es padre de Aria Sinclair Zúñiga, quien nació el pasado 24 de agosto.

Doña Karen cuenta que desde entonces se “ha puesto las pilas cambiando pañales” y chineando a la bebé, sin ponerle peros a algunas de esas nuevas tareas, las cuales hace al lado de su pareja, Francesca Zúñiga.

“Lo veo que hace de todo y va aprendiendo también en esa etapa”, comentó Hernández.

Su último gol, el tanto que le dio la victoria a Saprissa sobre Herediano, tuvo dedicatoria especial para Aria.