El engranaje de Alajuelense llega bien aceitado a las semifinales

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La Liga tuvo un cierre casi inmejorable. Ganó cinco partidos en fila y lo hizo rotando la planilla: dio descanso a quienes lo necesitaban y ritmo a los que estaban fuera.

Óscar Ramírez perfiló el cierre de la fase regular del Invierno 2013 para armarse de las herramientas necesarias de cara a semifinales.

Hoy por hoy Alajuelense tiene dos o tres hombres por puesto listos para saltar a la cancha.

La fiesta del último partido en Pérez Zeledón también sirvió para quitarle el herrumbre a fichas que parecían descartadas por el resto del certamen: anotaron Maurim Vieira, Alejandro Aguilar y Juan Gabriel Guzmán.

Ellos y algunos otros han sabido tomar las oportunidades que se les brindaron. Es imposible que todos sean titulares en los venideros clásicos, pero sí anunciaron que están listos para ser cartas de cambio, si así lo requiere el Macho.

Juego de variables. Además de experimentar con sus futbolistas, Ramírez probó los distintos sistemas que usará. Tiene respuestas para cada situación y rival.

Línea de tres o cuatro, en la defensa; uno o dos contenciones, dos mixtos o dos alas, en la media; uno, dos o tres delanteros...

La cantidad de variantes y armas son cuantiosas, y peligrosas en manos de un estratega probado, como lo es el tetracampeón Óscar.

Salvo unas pocas piezas que se mostraron cruciales en el devenir del campeonato –el portero Pemberton, el capitán Porfirio y el volante Luis Miguel Valle, sea como contención o como mixto–, todos los futbolistas manudos están sujetos a las conjeturas del planeamiento del “profe”.

Más ofensiva.

Cuando Ramírez se apartó de la Liga lo hizo tras ganar su cuarto título. Aquel Invierno del 2012 lo ganó sin delantera, con Pablo Gabas como el rostro más visible de una escasa ofensiva.

Hoy en día, solo en el centro del área, cuenta con el catracho Jerry Palacios como el delantero con más posibilidades de ser titular, un Alejandro Alpízar que se ha mostrado –desde la banca– tan Matador como siempre y un Alejandro Aguilar que –pese a sus escasos minutos de juego– tiene el promedio de gol más alto del equipo (1,44 tantos cada 90 minutos).

A esa seguridad en el puesto de “9” hay que agregarle los Álvaro Sánchez, Johan Venegas, Allen Guevara y Armando Alonso como garantías en la creación de ofensiva.

Sobran piezas y Machillo sabe acomodarlas.