Luego de 286 días de estar preso, el costarricense Eduardo Li pasará su primera noche fuera de una celda.
Este martes, el expresidente de la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) recibió la aprobación de la Corte del Distrito Este de Nueva York para vivir en un apartamento donde cumplirá arresto domiciliario.
Li salió en compañía de su exesposa Mally Chaves y su abogado Samuel Rosenthal.
El exjerarca deberá portar un brazalete electrónico que monitorea su ubicación las 24 horas del día; además será vigilado por cámaras de circuito cerrado, de acuerdo con el paquete de fianza que su defensa planteó. El nacional también le entregó su pasaporte al FBI.
El exjerarca no podrá dejar esta residencia salvo que un juez lo autorice bajo circunstancias especiales. como asistir a una audiencia a la Corte, reunirse con sus abogados o acudir a algún servicio religioso.
La semana anterior, Mally Chaves, exesposa de Li, aseguró a La Nación que solo podrán visitarlo familiares y allegados con previa autorización de un juez.
También valoró la importancia de que su expareja saliera de prisión, ya que ha perdido casi 10 kilos.
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El 24 de febrero, Li propuso el pago de $1,1 millones (¢596 millones), de los cuales $300.000 son en efectivo y el resto con dos propiedades en Estados Unidos, una de ellas en Miami y la otra en Alaska, cuyo dueño es un allegado suyo.
Desde el 18 de diciembre, cuando se presentó ante un juez y se declaró no culpable, y hasta este martes, el nacional cumplió 81 días en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn (MDC).
El próximo 13 de abril, a las 10 a. m. (hora tica), el exfederativo tendrá una nueva audiencia general junto a otros involucrados en el llamado FIFA Gate.
Para ese día, además de Li, el juez Raymond Deaire convocó a Jose Maria Marín (expresidente de la Confederación Brasileña de Fútbol), Aaron Davidson (expresidente de Traffic USA), Alfredo Hawit (expresidente de Concacaf), Rafael Callejas (expresidente de la Federación de Honduras), Hector Trujillo (exdirectivo de la Federación Guatemalteca de Fútbol) y Juan Angel Napout (expresidente de la Conmebol).
De momento y hasta que no se le programe un juicio, el costarricense seguirá en condición de arresto domiciliario al igual que otros nueve implicados en el caso.
Los cargos contra el nacional son por conspiración de crimen organizado en primer grado, dos por conspiración de fraude electrónico, otros dos por conspiración de lavado de dinero y también dos por lavado de dinero.
La acusación del Departamento de Justicia de EE. UU. alega que entre el 2009 y mayo del 2015, cuando fue detenido en Suiza, Li conspiró para aceptar y recibir más de $700.000 en sobornos a cambio de la adjudicación a la empresa Traffic Sports de derechos de comercialización de juegos de la Selección Nacional de Costa Rica.
Tras la salida de Li del MDC, ahora, el único que está tras las rejas en EE.UU. es Rafael Esquivel, expresidente de la Federación Venezolana de Fútbol, quien también se declaró no culpable y aún no realiza un pedido de libertad bajo fianza.
En total, la Fiscalía de EE. UU. tiene expedientes abiertos contra al menos 30 personas que en su momento estuvieron vinculadas al fútbol, como dirigentes o empresarios.