Cuando el fútbol se acaba el estudio es la mejor alternativa

Jugadores ahora son más conscientes de que deben estar listos para el futuro

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Una carrera universitaria no es garantía de trabajo, pero sí da más opciones en la vida de un futbolista al finalizar su etapa en el balompié profesional.

Quienes no lograr aprovechar su paso por el fútbol para sacar una profesión o invertir en alguna empresa propia sufren un cambio radical en su estilo de vida y ven limitadas sus opciones laborales.

Caso totalmente opuesto a los jugadores que optaron por graduarse, ya que aseguran que esa opción les permitió optar por mejores empleos y asegurar su futuro tras retirarse.

“Una persona preparada tiene más alternativas a nivel laboral y por eso si el fútbol te da oportunidades el jugador está obligado a aprovecharlas.

“Una carrera permite garantizarse un mejor futuro”, indicó José Villalobos Chan.

Chan se graduó como ingeniero en producción industrial y recientemente se retiro pese a tener contrato con Uruguay, para aceptar una oferta en la Municipalidad de Cartago.

Algunos logran reaccionar y apuestan por negocios familiares, sin embargo, el camino no es sencillo y altera por completo la rutina que tenían.

El exjugador resaltó que ese tipo de oportunidades no se pueden dejar pasar y que a su criterio todos deberían aprovechar las becas y facilidades que se les dan para educarse, ya que son muchas y en cualquier momento el fútbol se termina.

Ese mismo sentir lo comparte Pablo Brenes. El exfutbolista es ingeniero en sistemas y asegura que esa fue una de sus mejores decisiones pensando en su futuro y el de su familia.

“Es un respaldo que uno tiene porque el fútbol se acaba rápido por una lesión o por el rendimiento y el tener un título te da más opciones laborales”, señaló Brenes.

Sacrificio es mayor. Owen Solís y el exmundialista de Corea y Japón 2002 Rodrigo Cordero apostaron por su propia empresa y aseguran que han tenido que redoblar esfuerzos para poder salir adelante.

Solís sufrió una lesión en su espalda que lo alejó de los terrenos de juego hace un año y lo obligó a hacer un cambio radical al poner su negocio de comida caribeña Caribean Family Food.

“Mi estilo de vida cambió porque el soporte económico era el fútbol, pero al no jugar tuve que tomar la decisión de buscar un empleo o agarrar la canasta de patty y tocar puertas, y no me arrepiento” dijo el jugador.

Solís indicó que aunque tuvo la posibilidad de estudiar no concluyó su carrera.

“Me hubiera gustado tener concluida mi carrera, aunque aún teniéndola es difícil conseguir trabajo, pero uno no puede quedarse con lo que no hizo. La recomendación que les doy es estudiar”, agregó Owen.

Por su parte, Cordero también apostó por su empresa, un taller eléctrico de vehículos y aunque asegura que fue algo que planeó, reconoce que no fue sencillo.

“Desde que empecé a jugar sabía que quería tener mi taller. Mi papá tenía uno, así que llevé cursos, desde los 10 años fui aprendiendo y lo combiné con el fútbol”, indicó Cordero.

El Rocky concluye que estudiar es fundamental para facilitar la vida del jugador al retirarse, ya que conoce casos de colegas que la pasan mal.

“Hay colegas que no aprovechan el tiempo y hay que estudiar algo para que al salir del fútbol no sienta el cambio tan fuerte”, señaló Cordero.

El fútbol no es eterno, terminar el estudio es la mejor alternativa para los jugadores.