Joseph Joseph, Bryan Ruiz y Celso Borges fueron parte de la puesta en marcha del curso lectivo 2023 en el Centro de Alto Rendimiento (CAR), en Turrúcares, Alajuela.
Desde el 7 de febrero, los cachorros y las cachorras de Liga Deportiva Alajuelense combinan de nuevo los entrenamientos, los partidos y el estudio.
Todo es parte de su formación integral. Están ahí porque sueñan con consolidarse como futbolistas, pero quizás, con el paso del tiempo, su destino sea otro.
Si fuese así, la intención de la Liga es que esos jovencitos y jovencitas tengan las bases para que sean personas de bien, estudiadas y con armas para defenderse en la vida.
Empezaron las clases y de la población estudiantil de la Liga, 75 chicos y 2 muchachas están cursando la secundaria en el CAR, mediante el convenio Alajuelense - Ciudad Hogar Calasanz.
¿Pero usted se ha puesto a pensar cómo es que estudian los jugadores y las jugadoras de la Liga?
La Nación efectuó este explicador para responder eso, con la ayuda de Fernando Mora, quien es el coordinador pedagógico del proyecto entre Alajuelense y Ciudad Hogar Calasanz.
Él se encarga de la estructuración del programa y el seguimiento, le toca la parte administrativa docente, que es la coordinación de profesores, en donde dos asociaciones (una deportiva y una educativa) están llevando adelante este proceso de la mano, cuyo objetivo es educación con propósito y calidad.
El contexto
Alajuelense contaba antes con el programa de educación abierta, en el cual, los cachorros tenían que estudiar para los exámenes del Ministerio de Educación Pública y los hacían a fin de año.
Los talentos a veces estaban inscritos en sus comunidades, pero las clases chocaban con los partidos.
El seguimiento y el tiempo que destinaban a tener tutorías en el CAR a veces no se veía reflejado en la nota y la aprobación en los exámenes por esa circunstancia.
A finales de 2021, Alajuelense y Ciudad Hogar Calasanz empezaron a conversar de la posibilidad de crear un programa que estuviera contextualizado a las necesidades de los muchachos para que pudieran cumplir con su programa educativo.
El nuevo programa
Se hizo una serie de evaluaciones y según explicó Fernando Mora, se dieron cuenta de que en Costa Rica los jóvenes que se dedican al fútbol y están en ligas menores tienen unas trabas.
Principalmente porque pertenecen a colegios públicos y privados y muchas veces lo que hacen es darles permiso para que entrenen, pero tienen que asumir una carga extra porque deben buscar tutorías por aparte y todo lo que implica el ponerse al día.
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Tomando en cuenta de que estos estudiantes son deportistas y presentan particularidades que son completamente diferentes a cualquier otro adolescente en edad escolar que no es atleta de alto rendimiento, se empezó a plantear este programa.
“La Ciudad Hogar Calasanz tiene un Colegio Calasanz Nocturno, que es el hermano del Colegio Calasanz Hispanocostarricense y nosotros tenemos 30 años de funcionamiento. Atendemos a población que tiene particularidades específicas, más que todo chicos y chicas con dificultades económicas y diferentes contextos de riesgo social”, relató Fernando Mora.
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Dijo que a partir de eso, estructuraron un programa para Alajuelense y que se empezó a desarrollar el año pasado.
La asociación deportiva y la asociación educativa firmaron un convenio de cooperación con el objetivo de darle educación a los integrantes de las ligas menores del club.
A las aulas
El año pasado arrancaron con un plan piloto de nivelación, con dos problemáticas que solventar.
“Había unos con rezago educativo por el programa de educación abierta, algunos estaban con sobreedad bastante alta. Lo otro es que los estudiantes el año pasado venían del apagón educativo, tenían dos años sin clases formales y había que sentar las bases del programa y hacer las bases en todos los sentidos”.
Se encargaron de hacer eso y de comenzar la ejecución del programa como tal.
“Graduamos a chicos de noveno y a cuatro chicos de bachillerato, de undécimo, entre ellos a Doryan Rodríguez. Estuvo con nosotros el último año e hicimos un programa adecuado a él, porque estuvo en el Premundial Sub-20 y luego empezó a competir en el equipo de Primera División”.
Le adecuaron el programa para que pudiera llevar de la mano su proceso de crecimiento deportivo con sus estudios, igual que otros muchachos que estaban entre la U-20 y la Primera, como Kenyel Michel, Johnny Salas y Emanuel Salazar.
“Ellos fueron nuestra generación de undécimo y después con los chicos de noveno, que fue con los que tuvimos ese proceso”.
Curso lectivo 2023
Para este nuevo curso lectivo arrancó la segunda etapa del proyecto, que es poner las bases del colegio de forma más integral.
“Aumentamos asignaturas, cantidad de horas lectivas que se trabaja con ellos y toda una serie de cambios a nivel educativo para elevar la educación de los muchachos y darles aquí en Alajuela la misma calidad de educación que nosotros tenemos en nuestros dos colegios Calasanz”.
En este año, hay dos jugadoras que forman parte de esa población colegial en el CAR. Se trata de Alexa Herrera y Sheika Scott.
“Con Sheika recibimos la noticia de que va para microciclo con la Selección Femenina, entonces ahí es donde se activan todos los protocolos que nosotros ya establecimos de qué pasa con chicos que tienen que ir a convocatorias por selecciones y todo eso”.
El programa está adaptado hacia estudiantes deportistas, en este caso, futbolistas de alto rendimiento.
¿Cómo son las clases?
Las clases promueven el desarrollo de metodologías activas de conocimiento.
Es un colegio académico enfocado hacia deportistas. Es decir, tiene una concepción metodológica diferente.
Pero es exactamente lo mismo que un colegio académico. Los futbolistas de la Liga tienen que ir a clases, hacer trabajo cotidiano, someterse a exámenes y pruebas nacionales.
“Como son deportistas, lo que nos dimos cuenta es que no se trata de que tienen hiperactividad, sino que como vienen de entrenar la mayoría, vienen con una sobrecarga de energía. Lo que nos corresponde es canalizar esa energía y enfocarla hacia la parte más de trabajo académico”, citó Mora.
Por eso buscan desarrollar metodologías activas de conocimiento, trabajo cooperativo, trabajo en equipo y las dinámicas de clase de los contenidos va sobre eso.
“El año pasado trabajamos la prueba de habilidades y este año es interdisciplinaria. Es una prueba en la cual los chicos no solo ven diferentes temáticas de diferentes asignaturas, sino que desarrollan habilidades que son transversales a todas las asignaturas y a la vida. Y es parte de la filosofía de Calasanz en Costa Rica”.
Horario lectivo
Las clases son en horario mixto, porque depende del horario de entrenamiento.
“La mayoría de los chicos entrena en la mañana, pero otros en la pura noche, entonces, a eso tuvimos que adaptarnos para tener un horario mixto vespertino”.
Se cuenta con un profesor por cada asignatura.
¿Cómo se hace la adaptación cuando se da alguna convocatoria a selecciones?
Entran en juego dos cosas. Lo primero es el acompañamiento del colegio, que tiene la apertura para entender que ese estudiante no tiene un problema de aprendizaje, sino una condición de aprendizaje que le afectará y que es que tiene salir por un tiempo.
“Hacemos una adaptación curricular, lo que normalmente llamábamos adecuaciones curriculares. Por ejemplo, Sheika Scott ahora se va dos semanas y con ella lo que se hace es que se trabaja una serie de estrategias para que ella en los tiempos que tendrá libres en concentración con la Sele, pueda seguir estudiando, repasando o haciendo un tipo de trabajo y cuando se reincorpore al día a día de clases, tener un periodo de adaptación para regresar y ponerse al día”.
Destacó que ese programa lo desarrollaron el año pasado como un piloto con Doryan Rodríguez, que estuvo varios trayectos fuera.
“Creemos que nos dio muy buenos resultados y eso es lo que tenemos pensado no solo para Sheika, porque por ejemplo, ahorita arrancamos y tenemos a siete chicos que no están en clase porque se encuentran con la Selección Sub-17. Cuando regresen, con ellos hay que hacer una adaptación y viendo el calendario, los vamos a tener fuera bastante tiempo”.
A ellos les harán esa adecuación curricular para que puedan integrarse y para que puedan trabajar mientras están en la concentración.
“Es que además aquí en el cole trabajamos con una plataforma educativa y los chicos tienen acceso. Lo mejor que nos dejó la pandemia fue poder perderle miedo a lo virtual y mucho de estas adaptaciones curriculares pasan por el tema de virtualidad”.
Cantidad de alumnos
De ese semillero que germina en el CAR, una parte de la población estudiantil cursa la primaria; están los 77 alumnos de Alajuelense - Ciudad Hogar Calasanz y otros que ya terminaron el colegio ingresaron a la universidad, aprovechando los otros convenios que tiene la Liga.
Entre esos 77 alumnos se contemplan las dos jugadoras del equipo femenino y talentos desde prospectos hasta la U-20. Esa población se distribuye en 16 estudiantes en sétimo, 22 en octavo, 17 en noveno, 15 en décimo y 7 en undécimo año.
Para este 2023, el colegio Alajuelense - Ciudad Hogar Calasanz tiene 15 estudiantes más que el año pasado.
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