Clubes del fútbol femenino sin capacidad de pagar salarios se las ingenian para retener jugadoras 

Por ahora la mayoría de equipos de Primera División no tienen capacidad para ofrecer un salario o ayudas económicas para fichar futbolistas 

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Ofrecer un salario o “ayudas” económicas es, por ahora, utópico para algunos equipos del fútbol femenino en Primera División, por lo que recurren a otros medios para retener a sus futbolistas.

Esto no es nuevo, siempre lo han hecho así, porque recibir un pago por jugar es una excepción para las mujeres de esta disciplina en el país.

Eso sí, las cosas están cambiando. Hay clubes que ahora ofrecen mejores condiciones y eso provoca que otros sin capacidad para hacer lo mismo pierdan sus fichas.

Por ejemplo, a Coronado se le “escapó” una de sus mejores jugadoras: Stephannie Blanco. La zaguera central, goleadora con las josefinas y seleccionada nacional, firmó con Alajuelense Codea.

Durante el tiempo que estuvo con los lecheros a ella le buscaron una familia que la hospedara en Coronado, a la cual la institución le daba dinero.

La impulsaron a estudiar, así como hacen con todas, porque en Coronado esto se convierte en una exigencia; dan las armas, pero las jugadoras deben estudiar.

“Damos mucho énfasis al estudio, que se preparen. Se trata de formarlas y ojalá se vayan a una universidad, aquí o afuera. No solo es ser campeonas, es formarlas para la vida”, señaló semanas atrás el técnico Olman Oviedo.

Su filosofía debe competir ahora con los salarios ofrecidos por equipos como a Liga, Herediano y Sporting. Aunque se desconocen los montos, superan la nula o escasa remuneración de temporadas anteriores.

Estudio e identidad. Clubes como Coronado, Pococí, Dimas Escazú o Suva Sports apuestan por desarrollar sus ligas menores, apelan a la identidad, tradición y ofrecen convenios de estudio a las jugadoras, además de las condiciones aptas durante entrenamientos y partidos.

En Suva, club recién ascendido, prometen todas las facilidades para sus futbolistas, pero están lejos de la palabra salarios.

“Una universidad va a ser patrocinadora con un monto significativo, pero además nos ofrecieron opción para becar al 100% a las jugadoras. Eso le estamos ofreciendo a muchachas que trajimos nuevas”, dijo Wilberth Ureña, presidente del club.

Jimmy Núñez, entrenador de Pococí, considera que la incursión tan fuerte de instituciones tiene su lado positivo y negativo, porque así como crece el fútbol, otros equipos se quedan muy rezagados.

“Hay que agradecerle a Alajuelense, fueron los que realmente dieron el paso de firmar jugadoras con contrato; algunos como nosotros estamos lejos de hacerlo, pero eso no significa que otros no puedan. Es la única manera de abrir camino para que algún día las jugadoras sean profesionales”, comentó.

En su caso, Pococí apuesta a desarrollar jugadoras. Su cuadro fue campeón de Juegos Nacionales y pretenden que esa sea la base del 2022.

"El objetivo es fomentar el deporte en toda la provincia de Limón y así poder desarrollar jugadoras para selecciones nacionales, fútbol internacional... sabemos que todavía nosotros no tenemos el contenido económico para ofrecer lo que se dice están ofreciendo Herediano, Sporting o Alajuelense".

En este momento no reportan salidas, pero ve con buenos ojos si una de sus futbolistas es tentada para irse a tener un mejor futuro.

“Entendemos que esto va a afectar a algunos clubes pequeños, porque para nadie es un secreto que las mejores jugadoras de nosotros van a ser tentadas por estos clubes, pero en mi ideal, yo trabajo para que las muchachas tengan un mejor porvenir”, agrega.

Seguro social. Actualmente la mayoría proporciona viáticos, pero Sporting, por ejemplo, quiere cambiar por completo esa realidad, al punto de poner sobre la mesa la necesidad de pagar cargas sociales.

“Por un tema de equidad queremos que el fútbol femenino vaya creciendo, se vaya profesionalizando y también es parte de valorar. No son sumas que se salen de la realidad, no es que se va a tirar para arriba, pero sí por lo menos tratar de valorar; se merecen un trato mejor”, explicó Rándall Row, encargado de los equipos de Sporting.

Precisamente, este conjunto adquirió la franquicia de la UCR y se ha reforzado con futbolistas importantes, quienes destacan el proyecto serio de los josefinos. La iniciativa incluye que las jugadoras coticen ante la Caja Costarricense del Seguro Social, algo hasta ahora inusual.

La incursión de Sporting amenazó con ocasionar varias bajas en Dimas Escazú, pues según comentó su entrenador Geovanni Vargas, cinco jugadoras fueron buscadas. Solo una firmó, la mediocampista creativa Indira González. Mientras, de Saprissa y Herediano tentaron a tres.

Vargas considera que la identidad creada en las jugadoras ha sido muy importante en este y otros mercados de fichajes.

“Se sienten bien, son de las casa, se forman con nosotros. Esa identidad nos fortalece a la hora de que los clubes andan detrás de jugadoras. Normalmente no se van”, señaló.

Aún formando a las futbolistas, ningún equipo tiene potestad para cobrar por derechos de formación o solidaridad cuando estas se vayan, ya que en el fútbol femenino esta regulación no existe.

La FIFA lo clarifica en el artículo 20 de su reglamento, cuando habla de indemnización por formación y hace hincapié en que los principios en los que se basa el fútbol masculino no aplican para las mujeres.