En Cartaginés respiran con un poco más de calma, luego de los sobresaltos que vivieron para frenar el remate del Fello Meza. Sin embargo, los brumosos no tienen tiempo para relajarse, ya que el espacio que ganaron es de "días" o de lo contrario el inmueble volvería a estar en problemas.
Si bien es cierto no se efectuó la subasta este lunes 24 de junio, el acreedor de la segunda hipoteca mantiene la postura de que se le realice la cancelación de la totalidad de la deuda, tal y como lo negociaron el viernes anterior para suspender el proceso.
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Jaime Amador, abogado demandante, señaló que el trato que hicieron es privado y por ende no puede hablar de las sumas que se pagaron ni de los plazos específicos, aunque indicó que el tiempo es corto para cumplir con el resto de lo adeudado. De no honrar lo establecido, afirma que reactivarían el caso.
"No puedo dar el plazo específico, pero es de días, es corto. Mi cliente mantiene la posición de que se dé la cancelación total de la deuda. Ellos (Cartaginés) lo dijeron muy claro, se trata de una pausa de unos pocos días y deben cancelar la totalidad de la deuda", manifestó el jurista.
Los centenarios llegaron a un punto crítico tras no realizar los pagos respectivos por las dos hipotecas que pesan sobre el reducto, la de primer grado por $150.000 (¢86 millones) y la de segundo por $280.000 (¢160 millones). Sin embargo, luego de una campaña de donaciones y una serie de actividades lograron la detención momentánea del remate.
Luis Fernando Vargas, jerarca del conjunto de la Vieja Metrópoli, se limitó a indicar que cuentan "con poco más de 30 días", al ser consultado por La Nación sobre las declaraciones de Amador.
Por su parte, el panorama con el empresario de la primera hipoteca es totalmente diferente. Gerardo Chaves, representante legal, señaló que están satisfechos luego de que les cancelaran los intereses atrasados y parte de los honorarios, por lo que si se sigue cumpliendo mensualmente, no tendrían ningún interés en llegar a los juzgados.
"Mis clientes tienen una postura muy cercana y amigable con el club, no existe momentáneamente ninguna presión, más que el rédito mensual que se tiene que pagar por el préstamo que se realizó. La intención nuestra nunca ha sido llegar a remate, fueron los acreedores en segundo grado, que de acuerdo con la ley, nos obligan a estar en el proceso", señaló.
Chaves agregó que no se hicieron abonos al capital, por lo que se mantiene en $150.000 (¢86 millones). No obstante, se saldaron los intereses hasta agosto.
Cartaginés continuará con sus esfuerzos por captar más recursos con una serie de proyectos, como la rifa de un vehículo, la cena de presentación del plantel y el plan para atraer nuevos patrocinadores. Todo esto con el fin de reunir el dinero suficiente para hacerle frente a la cancelación de la segunda hipoteca.