Cuando estuvo en Limón, antes ir a la cárcel, en el equipo había bonanza, luego fue a prisión y el club se cayó, pero se pensó que si regresaba todo volvería a la normalidad, ¿por qué no es así?
Se tenía la esperanza de que cuando yo saliera todo iba a regresar como antes, y creo que eso es lo que está pasando, que había una esperanza, pero ahora la ilusión se fue porque las cosas no suceden. Algo que me molesta mucho es que no hay nada que pueda hacer... la apelación de la fiscalía está en casación y nadie sabe cuando (le devolverán el dinero).
El domingo Maxie Barthley dejó el equipo para irse a trabajar, esa es una consecuencia de esta situación. Imagino que eso le va minando el ánimo al grupo.
Correcto, me siento muy mal, aunque directamente no es culpa mía, tengo que asumir todas las consecuencias y eso me molesta mucho, no puedo cumplir mi trabajo, y mi trabajo es mantener al equipo, cosa que no estoy haciendo, me siento muy culpable.
¿Entonces, en este momento el equipo está desilusionado?
Correcto, y no solo los jugadores, sino que todo Limón. Mi familia estaba esperando que cuando Carlos (Pascall) saliera de la cárcel todo regresaba, y no es así, hasta mis negocios no son como antes. Salí, pero solo porque no estoy encerrado, la fiscala todavía mantiene el dinero, así que no estoy completamente libre.
¿Tiene pensada alguna alternativa ante tan duro momento?
Antes de contestar a usted tengo que sentarme primero con la junta directiva –a hablar–.
¿Este equipo se sostiene por amor propio y mística?
Creo que sí. Amo Limón. Entré en esto para ayudar a mi pueblo, y una de las cosas que me gusta ahora es que los exjugadores –como Ricardo Allen– están regresando, así que creo que el sentimiento que tengo hacia Limón se les está pasando a ellos. Me siento orgulloso de Kurt (Bernard) y Kareen (Mclean), que dan clases a niños, de Ricardo Allen, y algunos otros. Lástima que no hay suficientes limonenses que piensan así.
Alexánder Espinoza, Kendall Wilson, Lineker Nova, Delberth Cameron..., muchos trabajan, lo que no deberían estar haciendo.
Eso me molesta porque cuando empecé les dije a los muchachos que me iba a hacer cargo de todo, que se preocuparan solamente de ganar partidos, y por la situación no estoy cumpliendo. Me gusta la actitud de gente como Rata (Espinoza), que en vez de llegar todos los días a la oficina a quejarse, está viendo a ver cómo crece.
¿En este momento es difícil exigir resultados al equipo?
Nunca he sido un presidente que regaña a los jugadores, pero cuando las cosas están mal puedo llegar a exigir cosas de ellos. En este momento, cuando no estoy cumpliendo con mi trabajo, es muy difícil pedir a otro que lo haga. Me siento atado de manos.
Por su formación estadounidense, usted cree en procesos largos, ¿por ello no ha quitado a Rándall Chacón (entrenador)?
Yo tengo un pensamiento muy diferente de los ticos, no creo que porque un equipo pierda dos o tres partidos uno tenga que brincar... yo lo veo diferente.