La firma que anoche estampó David Patey en el contrato con Herediano, terminó de sacar el apellido Sotela del futbol nacional.
Mario Sotela, quien a nombre de la empresa RBC Radio Limitada administró el club florense entre el 2008 y el 2013, es una de las figuras más polémicas que ha tenido el balompié costarricense.
Con RBC, entidad que su madre, Rosa Blen, presidió, y de la que él era vicepresidente, Sotela llevó al Herediano a vivir momentos muy difíciles, ya que llegó al punto de no pagar salarios a los jugadores.
Tal situación, sumada a constantes deudas con entidades públicas, recordó el paso de este hombre por Liberia Mía, club al que arribó en el 2007 y al que dejó en el limbo en el 2009, también repleto de deudas.
Liberia Mía, equipo que campeonizó en el Verano del 2009, precisamente en una final contra Herediano, desapareció de la máxima categoría cuando Sotela le cedió el derecho de participación a Minor Vargas, quien en aquel momento era dueño de Barrio México.
Los mismos síntomas de Liberia: falta de pago a jugadores, huelgas y deudas con entidades son los que ya padecía Herediano, al que salvó la aparición de Patey.
De la gestión de Sotela y su madre en el Team solo se puede destacar la corona que ganó el equipo en el Invierno del 2011, luego de derrotar en la final al Santos.
Pero, aquella victoria, que hizo campeón a Herediano después de 19 años, se forjó más por convicción y voluntad de los futbolistas, quienes jugaban sin salario.
Anoche la historia marcó un nuevo rumbo en el club rojiamarillo, que parece dejar para siempre en el olvido el apellido Sotela.