Alonso Solís sufrió gritos homofóbicos como técnico de equipo de la Segunda División

El exjugador del Saprissa aceptó el reto de tomar un equipo de la Liga de Ascenso para comenzar a cumplir su sueño de ser timonel

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Alonso Solís suma su primera experiencia como entrenador; el Mariachi tomó el reto de comandar al Municipal Garabito en la Liga de Ascenso.

El extibaseño acostumbrado a levantar a los saprissistas con su zurda mágica y sus jugadas de filigrana ahora acepta que le ha tocado tragar grueso, sobre todo porque suma tres encuentros seguidos con derrota.

Solís desmenuzó con La Nación su paso y aseguró que pese a los primeros resultados, sigue confiando a muerte en su grupo de futbolistas, además es enfático en aclarar que esto ha sido para crecer y espera que en un mediano plazo su proceso dé frutos.

El Mariachi pronunció que su compromiso es total y esto queda demostrado con sus traslados ida y vuelta cada vez que hay entrenamiento.

¿Cómo ha vivido su llegada al Municipal Garabito?

Para mí es la primera experiencia en Segunda División, ha sido enriquecedor, difícil, y en otras circunstancias la experiencia ha sido de aprendizaje.

¿Cómo se dio la llegada a la institución? ¿Por qué tomar este proyecto?

Yo había estado trabajando con ellos, asesorándolos en Garabito y se dio la oportunidad y aquí estamos en esta experiencia que es muy importante.

¿Sentía la ansiedad por comenzar a entrenar de forma más profesional?

Ya quería empezar, tenía muchas ganas de que esto se iniciara. Sé que es un comienzo difícil, tengo un grupo de jóvenes de 16 a 21 años con primera experiencia en Segunda División, además se han dado algunos problemas que hemos tenido de entrenamientos, de canchas, hemos tenido días sin entrenar y eso hace mella y se ve reflejado en lo que ha pasado, esa parte es lo que más me ha costado a mí no poder entrenar todos los días, esperemos que todo eso cambie.

Ahora era una cuestión de oportunidad...

Es mi filosofía de vida, la oportunidad llega y a veces es buena, mala o más o menos. Yo quise tomar este proceso, he tragado fuerte, estamos cambiando todos, estamos en un proceso que va por buen camino y que va sacando frutos y que esperamos pronto ver jugadores colocados, formar jugadores y mejores resultados.

¿Usted mantiene que intentará ‘jugar bien’?

Yo como le digo la idea es jugar bien, no jugar bonito, obviamente siempre hay una idea central, me gusta la posesión de pelota, y bueno la idea es poder hacer que el equipo juegue bien y se vean resultados.

¿Cuándo lo contrataron le dijeron que buscarán el ascenso de una vez o será un proceso?

Evidentemente se habló de un proceso porque se sabía que iba a ser duro que los chicos que nunca han sido profesionales lleguen a Segunda. Para todos es una cambio drástico, el equipo juega bien, pero falta mucho trabajo, falta poder trabajar, falta estar más compenetrados en la idea, y por supuesto que vayan madurando a velocidad. Hemos tenido errores muy infantiles que ellos mismos se señalan y yo tengo que tener la paciencia y la comprensión con ellos. Yo no voy a negar que mi me enoja perder, soy ganador, me gusta pelear siempre todos los partidos y ganar; entonces me ha costado tener la tranquilidad para seguir trabajando.

En el último juego la gente relaciono su enfrentamiento con Mauricio Montero como un Liga - Saprissa.

Obviamente uno por ahí ve las cosas, yo no soy mucho de ver noticias y comentarios, pero evidentemente siempre me pondrán con Saprissa y si al frente está una figura como Mauricio pues tiene tinte de Clásico, aunque yo a eso no le hago mente.

Su equipo denunció que usted recibió unos cantos ofensivos en los juegos ante Sarchí y Palmares...

Fueron unos cantos homofóbicos, yo soy de la vieja escuela, a mi no me viene ni me va, pero los directivos si quisieron pronunciarse porque no estaba bien. Nos sentimos mal, ante todo esto hicieron un llamado.