Alejandro Gómez: ‘El pago de los ¢33 millones hizo que mucha gente se pusiera en mi contra’

Alejandro Gómez, portero del Cartaginés

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El portero Alejandro Gómez, quien perdió la titularidad, considera que se le ve diferente por los ¢33 millones que debe pagarle Cartaginés (aún adeuda una parte) a la Liga por derechos de formación, en medio de la crisis financiera de los brumosos.

¿Cómo toma que se cuestione que se paguen ¢33 millones por usted y ahora no juega?

Ese fue un tema entre directivas. Mucha gente no entiende que ese pago no fue una compra; fue un dinero que se debía cancelar por derechos de formación. Algunos aficionados cuestionan y dicen que para qué pagar tanto y que mejor me hubieran devuelto, sin saber que igual hay que pagar.

¿Le afectan esas críticas?

En lo mental soy estable y fuerte, así que no me afecta. No le hago mucho caso a lo que dicen, pero sí molesta ver en redes comentarios de gente que no conoce las razones del cobro.

¿Siente impotencia por no poder retribuirle a Cartaginés lo que paga por usted?

Cuando empecé a jugar dije claramente que quería hacer que ese dinero que pagan valga la pena y que no digan que es un simple gasto. Durante el tiempo que fui titular me esforcé al máximo, pero ahora es difícil retribuirle a Cartaginés lo que paga por mí. Sin embargo, estoy seguro que cuando vuelva a jugar, lo voy a hacer bien.

¿Lo frustra que siempre lo asocien con ese dinero?

Es difícil que siempre lo asocien a uno con el dinero que pagan por mis derechos de formación y que lo critiquen constantemente. Hay gente que me apoya, pero otro sector se dedica a criticar y eso frustra, porque cuando se hace algo bueno, no aparecen.

¿Lo critican más a usted por ese pago de los ¢33 millones?

Si no hubiera sido por ese pago, la gente ni se hubiera dado cuenta cómo llegué a Cartaginés o si estuve desde ligas menores. El pago de los ¢33 millones hizo que mucha gente (afición) se pusiera en mi contra al ver la situación financiera por la que pasa el club, porque piensan que mejor hubieran utilizado esa plata para otras cosas, sin saber que se debe cancelar aunque me fuera.

¿Cómo vive este periodo en el que incluso está en las gradas?

Se vive distinto porque entreno para jugar y a la hora que no me veo en las alineaciones, entra un poco de frustración y hasta enojo, pero con el paso del tiempo llegará el chance. Hay que demostrar y hacerlo bien.

¿Lo sorprendió ir al banco?

Uno sabe que siempre que llega un técnico nuevo se dan cambios, pero la verdad no me esperaba que fuera tan repentino. En los partidos que jugué, los resultados no fueron los mejores, pero los rivales no hicieron goles que fueran directamente por culpa.

¿El técnico le explicó las razones de su suplencia?

No. Nunca hemos hablado de ese tema y tampoco tocamos las razones o si se me dará la oportunidad nuevamente. Son decisiones técnicas y uno tiene que respetarlas como jugador.

¿En qué falló para que perdiera el puesto?

Me he preguntado muchas veces por qué no estoy jugando, porque siento que entreno bien. En las prácticas doy lo mejor de mí y no se me dice nada sobre si estoy trabajando mal. Esto sorprende más porque si fuera el caso, estaría bien que el entrenador o el asistente lleguen y hablen con uno, pero eso no pasa y quedo fuera de lista, entonces enoja, pero hay que asumirlo con buena actitud y carácter. Si voy con mala actitud, el perjudicado soy yo.