Albert Rudé se va de Alajuelense

Alajuelense finalmente optó por un cambio de timón, luego de no conseguir el cetro en el Clausura 2022

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La era de Albert Rudé al frente de Alajuelense llegó a su final. La salida del técnico español se dio cinco días después de que Cartaginés se proclamó campeón del Clausura 2022 en el Estadio Alejandro Morera Soto.

No es un despido, ni tampoco una renuncia. Al final, fue una decisión de mutuo acuerdo.

Inclusive, no todos en el club estaban convencidos de que un cambio de timón fuera conveniente y pensaron en reforzarlo con asistentes que conocieran más el medio y el entorno de la Liga.

Sin embargo, también sabían que era nadar contra la corriente. El clamor popular del liguismo pedía la salida del español de 34 años, que llegó con un currículo muy calificado, pero que no logró el título.

Rudé estuvo 285 días al frente de Liga Deportiva Alajuelense. Durante ese tiempo dirigió en 40 partidos, con un saldo de 21 victorias, 10 empates y 9 derrotas.

Su llegada al club rojinegro se dio luego que la Liga destituyó a Luis Marín por no superar al Guastatoya de Guatemala en la Liga Concacaf, en lo que el mismo ‘Yiyo’ calificó como un ridículo.

Ahora, la salida de Rudé ocurre luego de que Alajuelense después de ganar la fase regular no respondió en las instancias finales.

Luego del receso por el repechaje en el que la Selección de Costa Rica consiguió su clasificación al Mundial de Qatar, la intención del español era que su equipo fuese campeón sin necesidad de gran final.

Pero no ocurrió así. Tras ganar la fase clasificatoria, en Alajuelense ya tenían asegurado lo que veían como un As bajo la manga, del que no querían echar mano.

La semifinal contra Saprissa resultó compleja para la Liga, pero en tiempos extra logró dejarse la victoria y avanzó a la final de segunda ronda contra un Cartaginés que fue el martirio para los manudos.

Y fue la serie en la que Albert Rudé se equivocó, al pensar que lo que le funcionó contra la ‘S’, también le daría réditos contra los brumosos.

Ante Cartaginés, la Liga lucía desconocida, principalmente en los dos partidos en el Fello Meza. Fue un planteamiento muy conservador, extraño en un Alajuelense que cualquiera hubiese pensado que iría en busca de los resultados.

Resguardarse no funcionó y le resultó muy caro. Si ya reaparecían las dudas en un equipo que a través de los últimos años adquirió la fama de caerse en las instancias finales, lo peor para Alajuelense estaba por venir.

Ya en la gran final, en la que Cartaginés y la Liga tenían un careo de ida y vuelta por la corona, el primer partido otra vez presentó a un cuadro rojinegro muy reservado, que visitó a su rival buscando el empate, sin generar un solo remate directo y que los brumosos lo ganaron en el epílogo.

Para el partido de vuelta, Alajuelense cambió de manera drástica. Albert Rudé sacó del olvido a Alex López y lo puso como titular al lado de Bryan Ruiz. Ellos dos, junto a Celso Borges tenían a la Liga peleando.

Ya no se veía a Johan Venegas solo contra el mundo y tanto Carlos Mora como Freddy Góndola volvieron a mostrarse. Sin embargo, la Liga fue perdiendo fuerza con la lesión de Borges.

Además, la inactividad le pasó factura al centrocampista hondureño, que salió literalmente reventado. Alajuelense consiguió igualar la serie, pero en tiempos extra ya era de nuevo ese equipo que no tenía la misma fuerza.

Cartaginés anotó con Arturo Campos y una vez acabados los tiempos extra regresó el grito de “fuera Rudé”, ese que hacía fechas no se escuchaba en el Morera Soto, pero que ya parecía hacer insostenible la situación.

A lo interno de la Liga la situación es inexplicable. Alajuelense estuvo a cinco minutos de ser campeón sin gran final, pero no ocurrió. Y en los otros dos partidos, Cartaginés demostró que ya esa instancia es distinta. Ahí no vale la posesión, ni jugar bien o mal, sino ser eficaz.

El propio Bryan Ruiz que hace unos meses pidió que dejaran trabajar a Albert Rudé, salió en su defensa de nuevo, tras perder el título.

Sin embargo, todo era como una bomba de tiempo, que se iba haciendo más grande con el paso de los días hasta que explotó.

Pero la realidad es que el propio Rudé desde el miércoles ya pensaba en no continuar.

Lo sucedido al final, cuando un aficionado intentó hasta agredirlo mientras se dirigía al camerino le hacía ver que si seguía, no iba a tener paz. Quizás la que nunca tuvo desde que llegó al banquillo de la Liga.

Alajuelense y Albert Rudé separan sus caminos. Ahora la incógnita por despejar es quién será el sucesor del técnico español.

Después de unos pocos días de vacaciones, los manudos están citados para iniciar labores este miércoles, una convocatoria que inclusive le llegó al propio Marcel Hernández, según confesó el cubano que es ficha de la Liga y que acaba de salir campeón con Cartaginés.