No había caído el quinto gol del América, cuando la gradería de Saprissa empezó a corear el “Centeno, Centeno”.
Molesta y frustrada, la afición enfiló las baterías hacia el cuerpo técnico actual, encabezado por Vladimir Quesada.
El monstruo de mil cabezas pidió el nombre de Wálter Centeno, actual técnico de Grecia y exídolo tibaseño, quien hace solo unos días venció a Alajuelense en su casa.
Todos los factores se unieron para que la molestia de las gradas recayera sobre el actual entrenador. Además de las tibias presentaciones del equipo en el certamen local y el triunfo de Centeno ante el archirrival, la debacle de 5 por 1 frente a las Águilas terminó por convertirse en la gota que derramó el vaso en Tibás.
Con la quinta anotación del América, el coro tomó fuerza y se extendió durante los últimos minutos del partido.
Un grupo de aficionados se acercó al banco de Quesada para pedirle su salida y criticar el rendimiento del club.
El volante argentino Mariano Torres, para entonces en el banquillo, una vez sustituido, se molestó con los aficionados e incluso los encaró. Algunos de sus compañeros intervinieron para que aquello no pasara a más.
Fue una noche de pesadilla para Quesada y su equipo. Después de sacudir el mercado al repatriar a futbolistas con perfil de selección, como Christian Bolaños, Johan Venegas y Ariel Rodríguez, el equipo aún no muestra la propuesta arrolladora que espera un sector de la afición de la S.
También es una realidad que con el actual plantel, se esperaba que Saprissa hiciera una digna presentación en el certamen de la Concacaf.
Sin embargo, ‘la noche mágica’ acabó por ser una pesadilla para todo el equipo, que prácticamente quedó fuera del torneo de clubes del área.
Por lo visto, la visita a México será un mero trámite para los morados, que tendrán que enfocar sus fuerzas en conseguir el campeonato local.