Sencillamente un golazo. Richarlison, de 25 años, el ‘9′ del ‘scratch’, a los 73 minutos marcó de momento el mejor gol del Mundial de Qatar.
Fue un latigazo, una media volea que hay que ver una y otra vez. Pero esa jugada no es extraña para él, incluso hace una semana en un entrenamiento definió de la misma forma.
“Dejo que los goles salgan naturalmente, sin presión. Tengo a Neymar, Vini, (Lucas) Paquetá, seguro la bola me va a llegar y voy a estar preparado para embocarla”, señaló.
El ‘Pombo’ (palomo) fue el segundo mayor artillero de Brasil en las clasificatorias suramericanas con seis tantos, dos menos que Neymar.
Y en los últimos cuatro amistosos de los sudamericanos (victorias ante Japón, Corea del Sur, Ghana y Túnez) marcó cuatro dianas.
Tite, técnico de Brasil, confía al máximo en Richarlison, tanto que le asignó el número 9, una camisa utilizada por leyendas del balompié brasileño como Ronaldo y Romario, pero que ha rendido poco en la espalda de los atacantes que la usaron en mundiales pasados (Luis Fabiano, Fred y Gabriel Jesus).
“Mi sueño siempre fue usar ese número y el momento llegó. Tite confía en mí y le agradezco esa confianza de darme la camisa 9, él sabe que hago muchos goles”, añadió.
Brasil derrotó 2 por 0 a Serbia con dos anotaciones de Richarlison. El Grupo G lo completan Suiza y Camerún.
“Cargamos con la presión (de querer alzar la copa), como todos los brasileños. Desde 2006 todos quieren que Brasil conquiste el ‘hexa’”, dijo por su parte Raphinha, extremo del Barcelona de España.
“Para llegar a la final tenemos que ir partido a partido. Ahora debemos hacer el mejor juego posible para ganar confianza para el resto de la copa”, apuntó.