Madrid. El presidente de la Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, quien enfrenta críticas por dar un beso forzado a la jugadora Jennifer Hermoso durante la final del Mundial, rechazó este viernes dimitir en una asamblea extraordinaria del ente federativo.
“No voy a dimitir, no voy a dimitir”, repitió Rubiales en la Asamblea, desafiando todas las previsiones de la prensa que lo veían fuera y las múltiples peticiones de dimisión de los últimos días.
El presidente de la RFEF pidió “perdón sin paliativos” por su comportamiento en el palco de autoridades en la final del Mundial que ganó España y admitió “equivocarse” en su posterior beso a Hermoso, quien no dudó en calificarlo como “espontáneo, mutuo, eufórico y consentido”.
“Esta es la clave, fue consentido”, aseguró Rubiales, antes de afirmar que se “está llevando a cabo un asesinato social. Están intentando difamarme públicamente”.
El mandatario federativo sorprendió el domingo durante la entrega de medallas del Mundial al sostener la cabeza de Jennifer Hermoso, la N.10 de la Roja femenina, y darle un beso en la boca después de que España ganara la final ante Inglaterra 1-0.
Las imágenes dieron la vuelta al mundo junto con las de sus gestos en el palco agarrándose los genitales, a pocos metros de la reina Letizia.
Un ‘pico’ polémico
“¿Un ‘pico’ consentido es motivo suficiente para destituirme?”, se preguntó Rubiales, asegurando que se defenderá.
Rubiales, presidente de la RFEF desde 2018, arremetió contra “el falso feminismo que no busca la verdad” y señaló a tres ministras del gobierno español, entre ellas la número tres del ejecutivo, Yolanda Díaz, quien fue una de las primeras en exigir su dimisión.
“Las personas que están tratando de difamarme públicamente, me voy a defender, como cualquier español que tenga que defenderse, voy a emprender acciones legales contra estas personas”, aseguró Rubiales, quien también atacó a Javier Tebas, el presidente de La Liga, con quien tuvo desavenencias durante años.
El presidente de la RFEF, de 46 años, sorprendió con su decisión de resistir, ya que la víspera la gran mayoría de los medios daban por segura su salida, tras la cascada de críticas que se acumularon a lo largo de la semana desde todos los ámbitos sociales, especialmente del fútbol y la política.
Tanto la Asociación de Fútbolistas Españoles (AFE) como la Liga Profesional de Fútbol Femenino, así como el sindicato internacional de jugadores FIFPro, criticaron lo sucedido, mientras que la FIFA abrió un procedimiento disciplinario contra Rubiales.
El presidente en funciones, Pedro Sánchez, y el ministro en funciones de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, censuraron el gesto de Rubiales, pidiendo que fuera más allá de unas disculpas simples que muchos consideraron forzadas.
“Entiendo la gran controversia que se generó; ya pedí disculpas por el gesto (en el palco de autoridades), el cual considero muy desafortunado, y en cuanto al asunto del beso, ya dejé claro que fue libre, mutuo y consentido. Sin embargo, debo disculparme por el contexto en el que tuvo lugar. No estoy aislado del mundo y soy consciente de que cometí un error”, reiteró Rubiales este viernes.
Denuncias ante el TAD
La presión sobre el presidente de la RFEF fue en aumento desde principios de la semana, y hasta tres denuncias fueron presentadas al CSD, que tiene la intención de remitirlas al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD).
La propia Jennifer Hermoso hizo saber el miércoles a través de su sindicato, Futpro, que deseaba que se tomaran “medidas ejemplares” contra Rubiales, quien este viernes aseguró no entender cómo la jugadora pasó “de la anécdota al silencio y a un comunicado que no logro comprender”.
“Hoy puedo anunciar que presentaremos ante el TAD una denuncia por falta muy grave”, dijo este viernes a la Cadena Ser el presidente del CSD, Víctor Francos, mostrándose “sorprendido” por la decisión de Rubiales.
“Lo que presenciamos hoy en la Asamblea de la Federación es inaceptable. El Gobierno debe actuar y tomar medidas urgentes”, afirmó la vicepresidenta Díaz este viernes en la red social X (anteriormente conocida como Twitter).
“Se acabó la impunidad para las acciones machistas. Rubiales no puede seguir en el cargo”, añadió Díaz.
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“Vergüenza ajena”, escribió en sus redes sociales el exportero de la selección española Iker Casillas, quien se retiró de la competición en las últimas elecciones federativas ganadas por Rubiales en 2020.
Y Javier Tebas afirmó en X: “Los gestos misóginos de Rubiales, las expresiones vulgares, el desastre protocolario y los insultos en este último bochorno mundial no son sorprendentes”.