Opinión: River Plate y Boca Juniors en Marte

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El Barcelona y el Girona querían jugar una fecha del campeonato español en Estados Unidos. La idea generó oposición de mucha gente, entre ellos de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, y Gianni Infantino, el mero mero de la FIFA. Por negocio, ambos están ahora felices con la final de la Libertadores en el Santiago Bernabéu.

En declaraciones a ESPN, Infantino dijo en setiembre pasado: “ Creo que preferiría ver un gran partido de la MLS en Estados Unidos antes que un partido de la Liga en Estados Unidos. En el fútbol, el principio general es que tú ves un partido “de casa” y “en casa”, no en un país extranjero”.

Florentino, por su parte, envió una carta a la Federación española, con la oposición rotunda de su club, porque “la competencia se desvirtúa”, considerando a Miami territorio neutral, cuando el Girona jugaría como casa.

Infantino está en Argentina desde el juego fallido y ha dado la bendición para el cambio de sede y de continente. Si se deseaba castigar a las aficiones locales, al menos pudo mantenerse el juego en otro país de la Conmebol o en Estados Unidos, en donde la seguridad no sería un problema. ¿Qué hay entonces detrás de la decisión de la Conmebol de llevarse la final River- Boca al Bernabéu?

A Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, se le acusa actualmente –por parte de algunos diarios, no de la FIFA que guarda silencio- de mantener operando en la zona a empresas ligadas a la corrupción del FIFAgate. Una de ellas es Mediapro, la matriz española de Media World, que pagó los sobornos por derechos televisivos a varios dirigentes de Concacaf, incluido Eduardo Li.

Mediapro recién ganó dos “licitaciones” en Suramérica. Es la productora de todos los eventos de la Conmebol y suministra el servicio del VAR en la Libertadores. Allá, en España, también tiene a cargo el sistema de video arbitraje en la Liga española. Una empresa española corrupta al servicio del fútbol.

Ana Botín, por su parte, es la presidenta del Banco Santander en España. Una ferviente seguidora del Real Madrid. Su banco acaba de firmar un patrocinio con la UEFA Champions League. La filial en Argentina, Santander Río, ha sido el principal patrocinador en el fútbol de Suramérica en los últimos diez años, incluyendo la Libertadores.

La campaña con la que se anunció el ligamen de Santander con la prestigiosa competencia europea fue “El fútbol lo puede todo”. El también patrocinador de la Liga en España es el principal sponsor de la competencia europea a partir del torneo que se juega en estos días y hasta el 2021.

Al eslogan habría que agregarle algo. “El fútbol lo puede todo cuando se vuelve negocio”. Hasta llevarse un partido de este planeta a la Súper Liga Marciana.