Cuatro años después de haber ganado su última Copa Oro, y solo uno luego de que se quedara fuera del Mundial de Brasil en octavos de final, México volvió a encontrar luz en un camino que se le ha oscurecido.
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Los aztecas, que en la Copa América de este año fueron eliminados en primera fase, tras dos empates y una derrota, necesitaban de un título que les devolviera un poco de ánimo.
Y es que si a lo anterior se suma que para ir a Brasil 2014 debió jugar un repechaje ante Nueva Zelanda, se puede asegurar que el México de la Copa Confederaciones 1999, cuando fue campeón, o la del 2005, que alcanzó semifinales, se notaba cada vez mucho más lejano.
Es por ello que la victoria conseguida anoche en Filadelfia, de 3-1 ante Jamaica, revitaliza a un país que vuelve a creer.
“Fue una Copa extraña, es una Copa donde jugamos mal. Tuvimos buenos partidos, otros malos. Ahora viene lo más importante”, expresó el lateral derecho Miguel Layún, poco después de concluido el juego.
Layún se refiere al camino seguido por los aztecas para sumar su sétima Copa Oro.
Todo comenzó en los octavos de final contra Costa Rica, cuando un cuestionado penal, al minuto 122 de los tiempos extras, le dio el pase a las semifinales.
Pero lo peor se dio el pasado miércoles, cuando otro penal inexistente, al 89’, le permitió empatarle a Panamá, para luego ganar 2-1 en los tiempos extras con otro gol gracias a la pena máxima.
“¿Por qué no era deseada? Ganamos 3-1 con un partido en el que fuimos muy contundentes, si lo hablas por como fue la Copa Oro, no tenemos la culpa de nada, nosotros hicimos nuestro trabajo, venimos a ganar esta Copa y lo que pasa alrededor de nosotros está fuera de nuestras manos”, dijo Andrés Guardado, declarado Balón de Oro de la Copa.
“Nosotros venimos a ganar esta Copa Oro a como diera lugar, jamás huimos de esta responsabilidad de ganar la Copa Oro”.
Ahora los aztecas, con su renovada ilusión, jugarán el 9 de octubre ante Estados Unidos para definir cuál va a la Copa Confederaciones, sea justo o no.