'La decepción es enorme', acepta el técnico de Bélgica

El seleccionador Roberto Martínez reconoció que la decepción era “enorme” en el vestuario de los Diablos Rojos, cuya talentosa generación dorada llegó al Mundial consciente de que era su momento

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San Petersburgo (AFP). Todavía asimilando que el sueño de conquistar el primer Mundial para Bélgica había terminado, el seleccionador Roberto Martínez reconoció que la decepción era “enorme” en el vestuario de los Diablos Rojos, cuya talentosa generación dorada había llegado al Mundial consciente de que era su momento.

“La decepción es enorme porque el objetivo del grupo era tratar de ganar el Mundial, no era ni hacer un buen torneo, ni contentarse con estar entre los cuatro últimos”, admitió el técnico español en la sala de prensa del estadio de San Petersburgo, poco después de la derrota de su equipo ante Francia (1-0).

“Es un vestuario triste ahora porque la oportunidad de estar en la final era el único objetivo que teníamos y eso me pone contento, porque podíamos haber llegado hasta aquí y quedarnos paralizados”, valoró.

Un gol de cabeza del defensa Samuel Umtiti a los 51 minutos metió en la final del Mundial de Rusia 2018 a Francia, que acabó con una Bélgica que chocó una y otra vez contra el muro defensivo Bleu.

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“Fue un partido muy ajustado. Cuando volvimos del descanso, teníamos un mejor tempo y fue entonces cuando encajamos el gol en un córner. La diferencia entre la victoria y la derrota ha estado en esa situación”, analizó Martínez.

Se apagaba así el sueño de la generación dorada belga de alcanzar la primera final de su historia, después de que la Argentina de Maradona les hubiera dejado a las puertas en México 1986.

Pese a todo, Martínez resaltó la actitud luchadora de sus jugadores, que no abandonaron hasta el último segundo, y redujo la eliminación a un lance desafortunado de un duelo muy igualado.

“No se trataba de un partido de individualidades hoy, había que ser capaz de jugar en una semifinal, de afrontar la oportunidad de entrar en una final y creo que nuestra actuación lo demostró”, consideró.

“No vi que Francia se apropiara del partido, ni que fuera más fuerte que nosotros. Creo que todo se redujo a pequeños márgenes y marcar el primer gol iba a ser vital”, valoró el técnico de 44 años, al que su gran campaña con Bélgica ha convertido en uno de los entrenadores de moda.

Precisamente sobre su futuro no quiso explayarse Martínez, aunque sí se refirió a los próximos retos del fútbol del país europeo.

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“Es demasiado pronto para hablar de esto, debemos concentrarnos en el último partido por el tercer puesto. Como después de cada gran torneo habrá que sentarse y tratar de reforzarse. El fútbol belga tiene muchos talentos llegando y yo tengo mi papel y un ojo en la Eurocopa 2020, pero toda evaluación ahora es prematura”, zanjó.

Ya inmediatamente después del partido, y todavía desde el gramado, Martínez había pedido a sus futbolistas que levantaran la cabeza e hicieran un último esfuerzo para pensar en el duelo del sábado, cuando se jugarán el tercer puesto del Mundial contra el perdedor de la semifinal que disputarán el miércoles Croacia e Inglaterra.

“Ahora tenemos que sacudirnos esta decepción. Solo nos queda un partido y tenemos que hacer todo para acabar en alto. Estos jugadores no se merecen dejar el torneo con un mal sentimiento o mal gusto”, deseó.