Kylian Mbappé fue el primer futbolista de la selección francesa en nacer después de la consecución del título de 1998, con Zinedine Zidane como estrella. Estaba en el vientre de su madre cuando aquel equipo levantó la Copa del Mundo por única vez.
Unos meses después del certamen, en diciembre de ese año, nació el prodigio, de padre camerunés y madre argelina, como Zidane. Se crió en los suburbios de París, en donde se desarrolló al lado de su progenitor y principal influencia, Wilfried Mbappé.
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Wilfried llegó a convertirse en técnico del AS Bondy, pequeño club en el que Mbappé se formó como jugador. Cuando apenas era un niño, la hoy estrella gala escuchaba las charlas técnicas de su padre, cuenta a la BBC el presidente del equipo, Atmane Airouche.
"Podías ver a un niño de dos años caminando con una pelota y se sentaba junto al equipo para escuchar lo que hablábamos. Creo que él debe ser el jugador que posee el récord de haber escuchado el mayor número de charlas", explicó Airouche.
El crecimiento de Mbappé fue tan vertiginoso que el propio Zidane lo llevó al Real Madrid a los 14 años para mostrarle el club y convencerlo de fichar con el equipo. Decidió no hacerlo. Como también rechazó al Barcelona y Manchester United.
Mbappé quería permanecer unos años más en Francia junto a su familia antes de dar el gran salto. Pero no abandonó el equipo blanco sin antes tomarse una foto con su ídolo, Cristiano Ronaldo. Una imagen más para colgar en la pared de su cuarto, ya forrado por los pósters y los recuerdos del portugués después de marcar una era de blanco.
Hoy el Real Madrid se despide de Cristiano después de nueve temporadas, 450 goles y 4 balones de oro; con 33 años y todavía cuerda para liderar el proyecto de la Juventus. El mismo día, la luminaria de 19 años selló el boleto a su primera final del mundo.
Solo unas horas antes de la semifinal ante Bélgica, los medios de comunicación hacían eco del regaño del entrenador francés, Didier Deschamps, hacia Mbappé, a razón de una jugada de fantasía durante el juego ante Uruguay que provocó la reacción de Christian Rodríguez, quien se fue a desquitar con el joven, lo que causó una bronca.
Deschamps lo regañó por la jugada, lo que el propio entrenador explicó luego del compromiso al decir que, "es un joven y todavía está aprendiendo".
Frente a Bélgica parece haber aprendido; incisivo, rápido, trabajador y capaz de salirse del librillo con alguna individualidad, Mbappé acabó por ser un baluarte para Francia y un arma letal para los contragolpes, fundamentales en su propuesta.
El atrevimiento del juvenil llegó al punto de que se inventó un taquito magistral al borde del área que dejó de cara al arco a Oliver Giroud, quien no pudo concretar la jugada.
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Cuando todavía falta por disputarse la final del Mundial, parece confirmarse que ha nacido un nuevo astro, a la altura de Cristiano Ronaldo y Lionel Messi.
Ya fue capaz de conseguir un título con el Mónaco en su primera temporada como titular, después de superar el récord de Thierry Henry como el jugador más joven en debutar con el club, apenas a los 17 años.
A la vez, fue el jugador de menor edad en anotar un gol en el equipo del principado, de donde se despidió luego de perforar las redes en 26 oportunidades.
Partió al Paris Saint Germain, que pagó 200 millones de euros por su ficha, y ahora su nombre vuelve a sonar en los grandes clubes del planeta.
Todavía es temprano para asegurar hasta dónde puede llegar el potencial de Mbappé.
"Tan pronto como lo vi, supe que era un gran jugador. Dije: ‘¿Quién es?’", afirmó el exdelantero campeón del mundo, Thierry Henry.