Respuesta a Eliécer Feinzaig

De acuerdo con el ministro de Hacienda de Óscar Arias, durante su administración hicieron un buen manejo de la economía

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Falacia significa engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien. Hábito de emplear falsedades en daño ajeno (Diccionario de la Real Academia Española).

Eli Feinzaig publicó un comentario el 23 de febrero en estas mismas páginas. No voy a referirme a todo su enfoque. Solo quiero aclararle a él y a los lectores el uso equivocado que da a las cifras del período en que fui ministro de Hacienda.

La falacia a que me refiero es la siguiente : “Las cifras frías nos dicen que Óscar Arias recibió el déficit en un 1 % y lo entregó en un 5 %”. ¡Error! diría Misael, famoso personaje de Pelando el Ojo. Las cifras frías dicen otra cosa.

Tomo de referencia una afirmación que hace Feinzaig: “El déficit fiscal amanece en cero el primero de enero de cada año”. Es un buen punto de partida. Yo me hice cargo del Ministerio de Hacienda el 8 de mayo del 2006. Entonces, ¿cómo es que usted considera que el resultado de ese año es una “herencia”? ¿Sería que ese año me pasé ocho meses vacacionando en el Ministerio sin hacer nada? ¿Sin tomar decisiones?

Viera que no. Unas medidas que tomamos en ese lapso nos permitieron llegar a ese buen resultado de -1,1 % del PIB en el 2006, el que usted equivocadamente le atribuye a la anterior administración. De paso, le aclaro, que el 2005, último año fiscal de la administración Pacheco, el déficit fue -2,1 % del PIB. Un buen resultado también.

Superávits. Los siguientes años se comportaron así. En el 2007 y el 2008 tuvimos superávits. Sí, leyó bien, hubo superávits, aunque a muchos les duela aceptarlo. Alguna prensa decía que en 50 años no había ocurrido algo como eso.

En el 2009, último año fiscal de la administración Arias, cuando vivimos los efectos dolorosos de la Gran Recesión, cerramos con un déficit del -3,4 % del PIB, cifra levemente superior a la negociada con el Fondo Monetario Internacional (FMI) (-3,2 %). Porque la crisis nos obligó a negociar un acuerdo de contingencia con el FMI. Ese acuerdo es público y ahí puede revisar en detalle la propuesta de Costa Rica ante los organismos financieros internacionales.

Se observa que no se entregó en un -5 %, como dice usted. Fue mucho menos, el -3,4 % del PIB, después de dos años superavitarios y en medio de la crisis.

Ese -5,1 % que usted me carga corresponde al primer año del siguiente gobierno, que tuvo la responsabilidad de manejar el Ministerio de Hacienda durante ocho meses de ese 2010. Y ahí también se tomaron decisiones de política pública que dieron ese resultado final tan alto. Si no aumentan ese gasto, habría cerrado en una cifra menor.

Esas son las falacias que usted al igual que otros colegas repiten permanentemente. Revise las cifras oficiales y se dará cuenta de que tiene que corregir sus apreciaciones.

Deuda. Como habla algo de la deuda, voy a aportar algunos datos. La medida que uso relaciona la deuda pública con respecto al PIB. En diciembre del 2005 (último año fiscal de la administración Pacheco) la deuda fue del 55,1 % del PIB. Gracias a los buenos resultados que tuvimos, incluyendo los superávits, en el 2008 pudimos bajarla al 39,4 %, casi 16 puntos porcentuales menos.

En el año 2009, cerramos en un 42,2 %. Desde luego, este último incremento se debe a los efectos de la crisis. En todo caso, cuando dejamos el gobierno, el monto de la deuda era mucho menor a la cifra que recibimos (13 % menos). Este fue el espacio que nos permitió manejar la crisis y suavizar los efectos en la población.

Estas cosas las he aclarado anteriormente en muchas oportunidades. Pero los colegas tienen la mala costumbre de repetir el mismo error.

O quizás lo que les gusta es repetir falacias.

El autor fue ministro de Hacienda.