Reforma de nuestro modelo de Estado

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El sistema presidencialista nos ha dado en las últimas décadas diferentes motivos para dudar de su efectividad, gobernabilidad y mejor distribución de los recursos que maneja. La presidenta de la República, mediante su poder de coordinación y dirección de la actuación administrativa y política del Gobierno, dirige al menos 300 instituciones públicas que constituyen el Poder Ejecutivo, en sentido amplio; es decir, las instituciones centrales y descentralizadas institucionales o competenciales.

Este crecimiento del Poder Ejecutivo se dio después de la creación de la Segunda República donde se autorizó la creación de instituciones autónomas al lado de la figura del presidente de la República; esto, con la intención de fortalecer su autoridad y poder. Sin embargo, no es menos importante indicar que la República de Costa Rica está organizada por dos niveles de gobierno: el nacional, representado en el Poder Ejecutivo y el gobierno local, representado por los 89 gobiernos locales que están constituidos y representados por 990 regidores, 243 alcaldes y vicealcaldes, 473 síndicos, 3.664 concejales de distrito, 16 Intendentes y 32 concejales municipales de distrito; en total suman 5.418 ciudadanos costarricenses elegidos popularmente.

Existen espacios formales dentro de la estructura del Estado que deberían estar provocando una discusión profunda sobre temas de reforma y modernización del Estado, planteando alternativas dirigidas hacia una reforma del modelo de Estado y representación quehoy se encuentra agotado y nos deja muchas dudas de su funcionalidad y representación.

Iniciativas de reforma. Hoy se conocen algunas iniciativas de reformas internas del Poder Ejecutivo que no resultan en la modernización del Estado costarricense. Ahora bien, estas reformas sustanciales al sistema presidencialista deben ser aprobadas por el órgano legislativo; es decir, en su mayoría depende de reformas constitucionales y legales a la legislación vigente.

Es aquí donde es necesario preguntarse si el sistema de representación en el Parlamento está siendo proporcional y representa a la creciente población costarricense. La reflexión supone indicar por qué existen cantones que no encuentran representación en el parlamento y su modus operandio gestión política; en cada legislación, es andar mendigando en la Asamblea Legislativa o con el diputado que ha asumido su representación la inversión pública que su cantón merece. Se debe profundizar el diálogo nacional en relación con el modelo de Estado y al sistema de representación que Costa Rica requiere, a su vez pensar en un nuevo modelo de Estado y de representación que permita la creación de la Tercera República.