La pandemia saca a la luz las injusticias

Migrantes y trabajadores nicaragüenses están siendo doblemente castigados por las condiciones en las que se ven forzados a vivir

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El concepto sindemia fue concebido a mediados de la década de los noventa del siglo pasado por el antropólogo y médico estadounidense Merrill Singer. Se concibe como la sinergia entre una enfermedad infecciosa y la interacción con otros padecimientos crónicos.

Al igual que en muchos otros países, la crisis sanitaria causada por la emergencia de la enfermedad del coronavirus se exacerba debido a problemas sociales y económicos de la población.

En Costa Rica el 40 % de los contagios corresponden a la población residente en los distritos más pobres, donde además se registra el 35 % de los fallecidos.

Aunado a lo anterior, la pendemia desnudó el estado en que se ven forzados a vivir migrantes y trabajadores nicaragüenses, así como el hacinamiento de las personas en las cuarterías.

Esta sindemia más que pandemia (agrega a las infecciones comorbilidades o enfermedades crónicas de los pacientes y las condiciones socioeconómicas), propicia el agravamiento de los contagiados del virus causante de la covid-19, es decir, estas condiciones deben movernos a analizar y enfrentar la crisis mediante un enfoque biológico y social, a prestar más atención a enfermedades crónicas, como hipertensión, obesidad, diabetes y cáncer, y padecimientos cardiovasculares y respiratorios.

A la luz de lo indicado, insisto en la necesidad de tratar la covid-19 como una sindemia, porque, independientemente de la eficacia de las campañas de vacunación, la solución desde una perspectiva puramente biomédica podría acabar siendo un fracaso.

dmora@aya.go.cr

El autor es salubrista público.