Hospital de Cartago y la palabra empeñada

La presidenta de la CCSS se comprometió a seguir adelante con la obra si la Secretaría Técnica Nacional Ambiental daba el aval

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La lucha a favor de la construcción del nuevo hospital de Cartago en el terreno que fue comprado para ese fin y que reúne todas las condiciones técnicas, según múltiples estudios, debe continuar, porque en nuestra provincia mueren personas por falta de atención médica adecuada.

En mi condición de presidente de la Junta de Salud de Cartago, estuve en una reunión con la presidenta de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), doña Marta Esquivel, así como con dos miembros de la Junta Directiva, el viceministro de la Presidencia y las diputadas Paulina Ramírez y Pilar Cisneros el 3 de junio.

El interés genuino que tenemos los cartagineses y la legalidad que nos otorga ser miembros de la Junta de Salud nos motiva a procurar convencer a las autoridades del gobierno con argumentos sólidos, no solo por la necesidad de un centro médico, sino también porque el terreno adquirido previamente reúne los requisitos para la edificación, como muestran decenas de estudios llevados a cabo por profesionales calificados, tanto públicos como privados.

En el intercambio de opiniones, la presidenta de la CCSS se comprometió a seguir adelante con la obra si la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena) daba el aval.

Pues bien, el organismo confirmó la viabilidad ambiental en la resolución 1668-2023-SETENA, de tal forma que la señora Esquivel debería cumplir con su palabra.

Un aspecto clave en todo este asunto es que la Ley 7852 creó las juntas de salud como entes auxiliares de los hospitales, clínicas y áreas de salud de la CCSS.

Por eso, es extraño que a la presidenta de la CCSS la acompañen grupitos de ciudadanos con intereses particulares, que siempre se han opuesto a la construcción del hospital y a quienes el gobierno, lamentablemente, les pone atención, con el fin de dilatar el comienzo de la obra que realmente esté costando vidas de cartagineses.

Doña Marta debería tener respeto hacia la institución autorizada por ley —es decir, la Junta de Salud de Cartago— y apoyarse en ella como debe ser.

La Junta Directiva de la CCSS debería dedicarse a construir un hospital vital para Cartago, puesto que tiene los estudios necesarios, el financiamiento y otras acciones requeridas.

Doña Marta Esquivel empeñó su palabra diciendo que si la Setena le daba la viabilidad ambiental el hospital se construiría en los terrenos comprados y está obligada a cumplir.

El autor es médico, presidente de la Junta de Salud de Cartago.