Los medicamentos son indispensables para aliviar el dolor, controlar y detener el progreso de las enfermedades y mejorar la calidad de vida. Las personas que sufren diabetes, enfermedades cardiovasculares, cáncer y otras afecciones requieren a diario y en forma sostenida diversos medicamentos.
Cuando la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) no puede suministrarlos, la gente debe invertir recursos propios para adquirirlos en las farmacias; con frecuencia, sacrifican otras necesidades para no interrumpir los tratamientos.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala, en su informe Estudios sobre los sistemas de salud en Costa Rica, que “el envejecimiento de la población está ocurriendo rápidamente” y tendrá un impacto significativo en la salud, lo cual pondrá una presión añadida al sistema. Según el lNEC, habrá 1,2 millones de adultos mayores en el año 2050.
¿Por qué no es posible regular el precio de los medicamentos pese a que los medios informan sobre las vergonzosas diferencias entre las distintas farmacias y se reconoce que en países centro y suramericanos se consiguen los mismos productos de las mismas marcas a costos sustancialmente inferiores?
Las farmacias se lo atribuyen siempre a las variaciones del dólar, pero ¿por qué no disminuyeron los precios si el dólar baja en forma continua desde finales de mayo, cuando cerró en ¢662,26 y al 3 de diciembre el tipo de cambio era de ¢566,69?
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El presidente, Rodrigo Chaves, propuso, dentro del plan de gobierno del Partido Progreso Social Democrático, eliminar las prácticas monopolizadoras porque “aumentan desproporcionadamente el precio de medicamentos”.
Varios proyectos en este sentido enfrentaron trabas en el pasado para ingresar a la corriente legislativa, por ejemplo, el expediente 22276, archivado por solicitud de la Comisión para la Promoción de la Competencia (Coprocom), el 24 de enero.
La Coprocom sustentó su oposición en que lo que se pretende es establecer una prohibición absoluta a la distribución exclusiva y la integración vertical entre empresas en el mercado de los medicamentos.
La “integración vertical” ocurre cuando personas o grupos económicos participan, a la vez, en más de una cadena de valor en el mercado de los medicamentos, es decir, en la importación, fabricación, distribución y venta.
El proyecto de ley para la creación de una oficina de control de precios de los medicamentos (expediente 20838) propone modificar el artículo 5 de la Ley 7472 de Promoción de la Competencia y Defensa Efectiva del Consumidor y la fijación de un margen máximo del 23% de utilidad sobre el valor CIF, para las importaciones, y un 23% sobre las facturas de compras para las farmacias; estos márgenes regirían tanto para los medicamentos importados como para los fabricados en el país. También establece multas por infringir esta ley.
La concentración en pocas manos del mercado de fármacos, fusiones y adquisiciones entre participantes fueron denunciadas hace varios años ante la Coprocom.
La aprobación del proyecto 20838 permitirá regular el costo de los medicamentos. Al mismo tiempo, sería deseable que la actual generación incluya dentro de las promesas de fin de año algunos pequeños cambios encaminados hacia un estilo de vida más saludable.
Con la participación en programas masivos orientados a la promoción de la salud y prevención de las enfermedades, no habría necesidad de incrementar el consumo de los medicamentos en los años venideros. De esta forma, se logrará también aliviar la presión sobre la compra de medicinas en el presupuesto nacional y nuestros bolsillos.
silviagagneten@yahoo.es
La autora es nutricionista.