De Japón a Crucitas

El mercurio ataca los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, los riñones y los ojos

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El mercurio es un elemento presente en el aire, el agua y los suelos. La exposición a este, incluso en pequeñas cantidades, suele causar graves problemas de salud y es un peligro para el desarrollo intrauterino.

Ataca los sistemas nervioso e inmunitario, el aparato digestivo, la piel, los pulmones, los riñones y los ojos. Es uno de los diez productos químicos, o grupos de productos químicos, que plantean especiales desafíos de salud pública, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Se halla en la corteza terrestre y proviene de la actividad volcánica, la erosión de las rocas o la actividad humana. Esta última es la principal causa de las emisiones, ya sea por combustión de carbón, procesos industriales, incineración de residuos y la extracción minera.

Las sustancias se van acumulando en los organismos vivos y no se eliminan por ningún medio, incluso, con el paso del tiempo, llegan a alcanzar niveles tóxicos.

Riesgos para la vida. La extracción de oro hace un uso extensivo del mercurio y el cianuro de sodio, tal es el caso de Crucitas.

Muchos costarricenses nos sentimos aliviados cuando un tribunal de arbitraje internacional exoneró a Costa Rica de indemnizar a la empresa Industrias Infinito por la fallida explotación de oro a cielo abierto, pero eso no resuelve el problema originado por la fiebre del oro.

Según cálculos, en Crucitas, hay unas 64 toneladas de oro, equivalentes a unos dos millones de onzas, con un valor aproximado a los $2.500 millones, en un área de 170 hectáreas.

Los ambientalistas pretenden, platónicamente, que ese oro quede allí por los siglos de los siglos; sin embargo, el conocimiento de la existencia de esa cantidad de riqueza desató la fiebre del oro.

Para la extracción artesanal e ilegal se han utilizado unas 60 toneladas de mercurio y una cantidad indeterminada de cianuro de sodio. Gran parte de ese metal contamina todo el terreno arrasado por los coligalleros.

Estudios efectuados por científicos de las universidades Nacional y de Costa Rica confirman la contaminación en el poblado. De las 24 muestras analizadas, 23 superaban la base local (cantidades de mercurio en áreas no contaminadas). En una muestra se encontró un valor 225 más grande que el de base.

En cuanto a bioacumulación en flora y fauna locales, se detectaron cantidades anormales de mercurio en plantas y peces.

Para no repetirlo. Minamata, en Japón, es un ejemplo elocuente de exposición al mercurio con consecuencias para la salud pública. Hecho muy lamentable ocurrido entre 1932 y 1968.

En aquellos años una fábrica de ácido acético vertió en la bahía de Minamata, donde peces y mariscos constituían el principal medio de vida de los ribereños y lugares cercanos, líquidos residuales que contenían elevadas concentraciones de mercurio.

Nadie advirtió a lo largo de tantos años que la ingestión de peces contaminados era la causa de una extraña dolencia que sufría la población.

Como mínimo 50.000 personas resultaron afectadas en mayor o menor grado, y se acreditaron unos 2.000 casos de la enfermedad de Minamata, que alcanzó su peor manifestación en la década de los cincuenta. Lesiones cerebrales, parálisis, habla incoherente y estados delirantes formaron parte del conjunto de secuelas.

Eliminación del mercurio. El problema de Crucitas es muy complejo, la fiebre del oro sigue su curso y la contaminación es considerable. ¿Qué pasaría si el mercurio llega a contaminar el río San Juan? No habrá tribunal que nos salve del dictador nicaragüense.

Nuestro país, como signatario del Convenio de Minamata, está obligado a eliminar el uso de mercurio antes del 2023. El oro de Crucitas debe ser explotado de manera ambientalmente responsable, el gobierno no es capaz de mantener un contingente policial allá eternamente.

Lo peor que podría ocurrir es que el Estado mande a llamar a Industrias Infinito para remediar el desastre ambiental en el poblado y hacer votos al Ser Supremo para que Crucitas no se convierta en la Minamata de Costa Rica.

jriverap05@yahoo.es

El autor es químico.