¡Si fuera posible!

Antonio Álvarez Desanti conmocionó la política nacional con un pronóstico y dos propuestas

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Antonio Álvarez Desanti conmocionó la política nacional con un pronóstico y dos propuestas. El vaticinio de una futura derrota del Partido Liberación Nacional (PLN) suscitó un rápido rechazo de la dirigencia. Era de esperar, porque de la preservación de un aura de viabilidad dependen muchas aspiraciones. Pero el planteamiento del excandidato presidencial se funda en argumentos sólidos.

En el 2014, el PLN renunció a hacer campaña en la segunda ronda electoral. En el 2018, no llegó al balotaje. En el 2022, perdió frente al desconocido y cuestionado candidato de un partido hasta entonces inexistente. Hace unas semanas, tocó fondo en las elecciones municipales con la pérdida de 14 alcaldías.

Una encuesta encargada por el propio partido lo vaticinaba. El 60 % de los electores dijo que no votaría por alcaldes o regidores del PLN y muchos cumplieron su palabra: en la tercera parte de los cantones, el PLN apenas recibió el 15 % de los votos y hubo seis donde no logró elegir un solo regidor. En otros 27 se conformó con uno.

Los fracasos electorales se explican por la fuerte identificación del partido con la corrupción y la falta de renovación de su dirigencia. Poco sirven los reclamos de trato desigual y el señalamiento, con razón, de las desviaciones éticas de militantes en otros partidos, algunos de los cuales gozaron del favor de los votantes. La percepción de los defectos del PLN está asentada al punto de causar el rechazo casi automático del 60 % de los electores a un partido que, todavía en el 2010, ganó 58 de 80 alcaldías.

La primera propuesta de Álvarez procura encarar justamente esa percepción. Por eso insiste en nombrar una comisión interventora para reestructurar la agrupación y dotarla de estatutos y normas éticas a tono con la actualidad. Para asegurar la renovación, pide integrar el grupo de trabajo con personas menores de 50 años y sin aspiraciones electorales. Propone dejarles el espacio libre para desempeñarse sin cortapisas mediante el retiro temporal del Directorio Político y el Comité Ejecutivo.

Pero la segunda propuesta trasciende al PLN para impulsar un acuerdo multipartidista con miras a superar el estancamiento de la política fragmentada de nuestros días para encarar los problemas más urgentes, como seguridad, salud, educación e infraestructura. La enormidad de esa agenda y la dificultad para enfrentarla sin un acuerdo amplio sobre lo esencial fundamenta la idea de crear una coalición. ¿Cómo negarse si tan solo fuera posible?

agonzalez@nacion.com

Armando González es editor general del Grupo Nación y director de La Nación.