Sana crítica: Gran oportunidad

De acuerdo con un estudio, Costa Rica está entre los países con capacidad para sacar ventaja de la búsqueda de diversificación de las cadenas de abastecimiento

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En chino la palabra crisis se compone de dos caracteres, peligro y oportunidad. La covid-19, sumada a otras variables, representa una gran oportunidad. Veamos: se encareció la mano de obra, antes muy barata en China y otros países asiáticos, se desarrollaron nuevas tecnologías, hay conflictos en el comercio internacional —guerra comercial entre Estados Unidos y China— y las empresas toman conciencia del riesgo de dependencia de pocas fuentes de abastecimiento, lejanas del mercado de destino. Esto da una fuerte ventaja competitiva a nuestro país, claro, si tomamos las acciones correctas.

Precisamente la unidad de inteligencia de The Economist se preguntaba si América Latina tomará ventaja de esta búsqueda de diversificación de las cadenas de abastecimiento. Su conclusión deja en duda la capacidad de la región para hacerlo, y resalta cómo los países con mayores oportunidades son México, Chile, Colombia y Costa Rica.

Nosotros contamos con la cercanía geográfica con los Estados Unidos, el más importante mercado mundial, con acceso garantizado por el acuerdo comercial (TLC), hay historias de éxito de múltiples empresas transnacionales en nuestro territorio y se reconoce nuestro talento humano y la estabilidad política.

Pero para ganar en esta dura contienda debemos establecer un vigoroso plan de atracción que dependerá de una mejora en nuestra competitividad en múltiples frentes, llevar a otro nivel nuestro talento, ampliando la oferta académica en las carreras de mayor empleabilidad en el contexto de la cuarta revolución industrial: ciencias, matemáticas, tecnología e ingenierías (conocidas como STEM, por sus siglas en inglés), que hoy representan apenas el 37 % de la oferta académica (Informe estado de la educación del 2019).

Debemos atraer a las mujeres a esas áreas, que casualmente son la mayoría de graduadas excepto en las STEM, y hay amplias brechas en matrícula y graduación. Los eslabones más débiles son física e ingeniería mecánica, con un nivel inferior al 30 %.

Serán también indispensables mejoras en infraestructura y capacidad logística, así como reformas legales que eliminen trámites y garanticen seguridad jurídica; lo primordial, empero, es comprender que será una lucha entre grandes, y para ser ganadores debemos tomar acciones urgentes.

nmarin@alvarezymarin.com

La autora es politóloga.