Polígono: Lerdo Santa

Es por lerdo y sedentario que Santa no les llega a los niños pobres.

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Entre el momento en que termino una columna dominical, y aquel en el que, si ocurre, la lee alguien, transcurren en promedio 72 horas (tres días). Tomando en cuenta lo que, según el Génesis, ocurrió durante los tres días finales de la creación, soy consciente de tener más posibilidades de visitar Marte que de escribir algo que resulte de actualidad. Por esa razón nunca me fijo en qué fecha entintaré el diario y comento lo primero que se me ocurre. Esta vez, sin embargo, me iluminó el caletre un tipo raro que, vestido de Santa Claus, pasó frente a mi ventana trastabillando y torturando una guitarra. “Si alguien decide leerme este 24, será uno que no hizo tamales o se convirtió al islam; pero, aun así, tengo que desearle una feliz Navidad”, pensé.

Pues bien, démoslo por hecho. Y por ser este el día que es, pecaré de optimista comunicándole al lector que no hay que preocuparse demasiado por el despacho científico-periodístico que predice, para el 2018, el inicio de un ciclo de cinco años en el que los terremotos aumentarán su frecuencia. Según entendí, es una conclusión estadística que se deriva de registros bien llevados desde hace más de un siglo, pero no me detendré en detalles que ya aclararán nuestras excelentes redes sismológicas. Lo interesante de esa información es que me hizo recordar algo que se me estaba olvidando: las reinas de belleza miden más de caderas que de cintura.

¿Y a qué viene eso? Muy sencillo: el reportaje del caso advierte que el fenómeno se debe a una variación infinitesimal en la velocidad de giro de la tierra alrededor de su eje y, por una razón que no explica, los países menos amenazados son —tenían que ser— los más próximos al círculo polar ártico. Otra ventaja que nos sacan esos escandinavos. ¿No les bastaba con saber jugar muy bien a la socialdemocracia? Todavía no he hallado la explicación, pero, buscándola, tropecé con algo que siempre tuve frente a mi nariz y nunca había observado: en el giro de 24 horas que llamamos día, un noruego (latitud 60º Norte, cuello) hace un recorrido lineal menor que el de un tico (10º N, cintura) y este, un recorrido menor que el de un ecuatoriano (0º, caderas).

Corolario: Santa vive en el Polo (90º N) y el Niño nace en Belén (30º N). Es por lerdo y sedentario que Santa no les llega a los niños pobres.

duranayanegui@gmail.com